Es probable que aquel simple puñado de palabras no haya sido la única causa de los sorprendentes cambios que tuvieron lugar en mis hábitos y en mi manera de ser. Tal vez fueron mi predisposición y mi fe las que hayan influido en este pequeño milagro, puedo asegurar que cuando leí esa pagina, un efecto extraño invadió mis sentidos. Me vi envuelta en una cierta paz y tuve sensaciones familiares que, de alguna manera, me recordaron mi niñez. Sentí la necesidad de bucear en mi interior y rescatar el poder que (sin yo saberlo), habitaba en lo mas profundo de mi ser. Porque hay una fuerza invisible que todos llevamos adentro y si logramos percibirla, se las ingenia para guiarnos hacia nuestra realización. Mi extraño amigo lo sabia, y mas importante aun: había logrado transmitírmelo con sus escritos.
Tener un sueño es dar inicio a tu mejor realidad.
Creer en un milagro ya es comenzar a gestarlo.
Eres un hacedor de milagros.
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Mi ángel
AlteleUn encuentro fugaz y un cuaderno con anotaciones pueden cambiar una vida...