너여야만 해 Tienes que ser tú [ WooGyu ]

7. White Night

POV. WOOHYUN

"Nadie escoge su amor,

Nadie el momento,

Ni el sitio, ni la edad.

Ni la persona..."

Suavemente levante su brazo, para pasar delicadamente un trozo de gasa húmeda sobre su piel.

Empecé limpiando su hombro, siguiendo después por sus delicadas manos. Pálidas, suaves, delgadas .Aquellas que querías tener constantemente acariciándote, unas que te llamaban a tocarlas y cuidarlas. Era increíble como un chico podía tenerlas así.

Amaba sus manos.

Y no tan solo eso. Amaba cada parte de Sunggyu.

Termine de realizar lo que estaba haciendo, para luego sentarme al lado de la cama, empezando a observar aquel preciado ser.

Era perfecto.

Lentamente me dedique a acariciar su rostro. Suspiré, sus ojos estaban cerrados tiernamente, tenía unos cuantos mechones de cabello en su frente que no dude en acomodar Y Como si de una rosa se tratase, delinie sus suaves, finos y rosados labios con la punta de mis dedos.

Pase luego a ver su pecho. Subía y bajaba tranquilamente, como si hubiera vuelto de trabajar durante un largo día y ahora disfrutara de un buen descanso.

La vista era preciosa, Parecía que Sunggyu solo estaba tomando una placentera siesta y en cualquier momento despertaría.

Últimamente ese había sido mi gran deseo, que de una vez por todas abriera sus pequeños ojos.

Un mes.

Un mes había pasado desde que no lo hacía. Un mes desde aquel odioso accidente.

Cada vez que lo recordaba, sentía que mi corazón era exprimido por el dolor.

Constantemente me culpaba. Todo aquello no hubiera ocurrido si le hubiera explicado al mayor mejor la situación.

Desde que marche de la casa de mi hyung, comencé a hacerme mas consiente de la situación y mis sentimientos por él.

La primera semana creí que era pura admiración, pero no. Los días eran agotadores sin su presencia.

Necesitaba de su cercanía, ver sus diminutos ojos brillar cada vez que le servía mis comidas, verlo semidormido todas las mañanas. Necesitaba de sus tiernos pucheros cuando algo no le gustaba, sus sonrojos inoportunos y su encantadora sonrisa.

Lo necesitaba a él.

Pero darme cuenta de aquello, no fue demasiado fácil. Discutía conmigo mismo por lo que pensaba. Y a pesar de que el trabajo consumía todo mi tiempo, ni eso lograba sacarme de mis problemas.

Siempre fui de mente abierta, pero me costó aceptar que me había enamorado de un hombre. Sin embargo mi mente se calmó cuando decidí al final, hablar con Myungsoo- Hyung.

Aquella mañana lo llamé, diciéndole que quería hablar seriamente sobre un tema y no había nadie más con el que pudiera hacerlo.

Note por su voz, que comenzaba a preocuparse, inmediatamente comentándole que no debía hacerlo, que todo estaba bien y que solo necesitaba su consejo.