décimo capitulo: El hijo del dios amarillo

10 3 0
                                    

Nemesis empezó a aplaudir al son de mi canción, soy buena en el violín, el cual herede de mi madre, se levanto empezó a bailar conmigo, la melodía de mi instrumento llenaba la habitación -lalalalalaaaaaa~- cante a su son -chicas!!- Kika nos interrumpió -oh! venga ya! justo cuando me empezaba a divertir- se quejo cruzándose de brazos -se ha despertado- nos informo -si?! vamos enseguida!- cogí la mano de Nemesis y la arrastre conmigo a la habitación -Nemesis?- pregunto el chico sentándose en la cama -me alegra ver que estas bien enano!- grito alegre -que no me llames así!- protesto nerviosamente -no te lo tomes así enano- empezó a reírse -grrr ¿eh? quien es esa?- pregunto examinándome -buenas- salude moviendo mi mano -cierto no os he presentado, Sarga esta es Lia, la hija del dios ciego- el trago saliva al escuchar mi titulo -mis mas sinceras disculpas por no presentarme como es debido!- se excuso rápidamente, estaba muy nervioso -cálmate, es muy buena- revolvió el pelo de mi cabeza -pero ....- intento hablar, pero le volvieron a cortar -nada nada, una tía honesta- intente arreglar mi pelo -encantada de conocerte Sarga- sonreí -awww!!- exclamo Nemesis, solté un suspiro antes de ofrecerle algo de beber a Sarga -agua estará bien, gracias- respondió tímidamente -Nemesis, le explicaras todo?- pedí saliendo de la habitación -no te preocupes, el enano estará enterado de todo- sonrió confiada, me dirigí a la cocina y tome un vaso con agua para llevarlo al herido el cual me sorprendió junto con Nemesis por que se dirigían hacia mi -pensaba que estarías herido- dije sonriente -el cuerpo puede romperse pero no el espíritu, hay que recuperar las llaves y si me quedo en la cama no podre ayudaros- deje el vaso y le abrace, era notablemente mas alto pero me lo devolvió -como sea que hacemos ahora? no noto la presencia de nadie mas- nos interrumpió Nemesis confusa 

-los demás no están en este mundo- respondió Sarga -este mundo? hay mas?- sorprendida pero no sobresaltada me emocione, podre visite otros sitios? -hay tres dimensiones, la de cristal, la de onix y la tierra- explico sacando una pistola, estaba llena de engranajes que se movían y brillaban -antes de movernos de mundo deberíamos conseguir la canica- opine pensativa -canica?- pregunto Sarga -ella las ve así, ya sabes cada uno ve algo- respondió Nemesis -Lia, Kika no podrá seguirnos a partir de aquí- me informo Nemesis poniendo sus manos en mis hombros antes de que pudiera protestar Kika intervino -esta bien....lo entiendo, es asunto de dioses, cuidad de ella por favor- dicho esto me dio un beso en la frente y desapareció -sera mejor que nos preparemos, no estés triste Lia, la veremos después de que todo esto pase si?- me intento animar Sarga -mira si te hace sentir mejor tu ya has estado en la dimensión Onix- sonrió la pelirroja -si? cuando?- cuestione cogiendo mi bolsa donde guardaba mi daga y la canica negra -si, cuando conseguiste la primera canica- aaaah, entonces eso era la dimensión Onix? -ya tenéis la llave negra?!- pregunto Sarga asombrado -si, pero solo esa- escuchamos un suspiro proveniente del rubio -estamos perdidos- dijo deprimido -por que no puedes ver el lado positivo por una vez?- le pego con el mango de la katana en la cabeza -urg, lo intentare....preparémonos para conseguir las que nos quedan, luego iremos a rescatar a los demás-

La prueba del dios ciegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora