Roce

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Me desperté por la alarma del escritorio y aunque sentía una pesadez encima mío y un dolor de cuello insoportable, me paré y la apagué. Pude ver de reojo como Oliver se daba una vuelta en la cama dándole la cara a la pared y la espalda a la puerta del cuarto.

Sin más remedio que alistarme para mis clases, elegí un conjunto y me lo llevé al baño junto con mi toalla para darme una larga y relajante ducha.

Luego de 40 minutos, salí más tranquila y despejada de la bañera y por un momento me olvide el estrés que tenía encima. Me enrollé la toalla y luego de un largo suspiro me cepille los dientes y me cambié.

Me senté en el tocador y me maquillé un poco, tapando los granitos y algunas manchas que me habían salido a causa de ellos.

Al terminar cogí mi mochila y salí del cuarto cerrando la puerta detrás mío. Baje al primer piso y encontré a mí padre en la cocina.

- Papá - dije sorprendida y él solo me sonrió. Nunca se levantaba tan temprano - ¿Qué haces despierto? - le pregunté mientras rodeaba la barra y caminaba hacia él.

- Le preparo el desayuno a tu mamá - nos dimos un beso en la mejilla y continuó preparando el café con leche - viajamos en unas horas y de seguro va a querer comer algo antes de salir.

- ¿A dónde se van ahora? - abrí la refrigeradora que estaba al lado y saqué la botella con jugo luego saqué un vaso de la repisa.

- Washington, solo por unos días así que comportate - me advirtió con una mirada seria pero se rió luego de unos segundos y yo también.

- Sabes que nunca hago nada.

- ¿Y la fiestecita de hoy día? - preguntó burlón.

- Bueno es una luego de mucho tiempo.

- ¿Ya hablaste con Oliver para que te lleve Y te recoja? - le dio énfasis a la "y" de su pregunta.

- No - le confesé - no he tenido tiempo. Se encerró en su cuarto y aun no sale - trate de sonar lo más tranquila sin mirarlo. Le di un sorbo al jugo y guardé la botella en su lugar.

- No te olvides de hacerlo, igual yo lo llamaré en la tarde para que no te escapes señorita - Los dos nos reímos y lo ayudé a preparar el desayuno para él y mi mamá, y de paso terminar de tomarme el jugo.

Al finalizar se despidió de mí y se fue a su habitación, yo cogí mi mochila la cual había dejado en la barra y me dispuse a salir de la casa pero al palpar mi pantalón me di cuenta que no llevaba el celular conmigo, otra vez . Vaolví a mi cuarto para sacarlo.

Para mi mala suerte Oliver se había despertado y estaba saliendo de mi baño, tenía la cara y el cabello mojado y se veía adormecido aún.

- Hayle... Perdón por lo de anoche. Te alcé la voz y no debí hacerlo.

- Olvidalo, estabas ebrio - le dije quitándole importancia a lo sucedido.

- Sí, pero no es excusa...

- Claramente no lo es - me dirigí hasta mi escritorio donde había dejado el celular en la noche y lo agarré.

Escuche a Oliver caminar hasta mí y al voltear vi como comenzaba a arreglar las sabanas.

- Dejalo así - le ordené - y ándate a tu cuarto - cogí mi short de pijama y saqué del bolsillo la llave que había permanecido conmigo toda la noche, me acerqué a él y se lo puse en su mano.

Alguien Que ConozcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora