Alguien Que Conozco

Decisiones

- ¿Ya sabes que te vas a poner? - cruzó sus piernas mientras se limaba las uñas.
- Una tanga de seguro - se rió y chocó su mano con la de Fran.
- Cállate Jake, yo no pienso bailar para nadie y menos en ropa interior.
- A mí me encantaría verlo - Line mostró una pequeña sonrisa de lado y admiró sus uñas.
- Definitivamente yo también - los dos se rieron en mi cara sin mostrar arrepentimiento.
- Suficiente, sólo iré con una camisa y un jean. No creo que necesite nada más.
- ¿Ya sabes de qué vas a trabajar? - preguntó Line metiendo su lima de uñas en su bolso.
- No lo sé exactamente, me dijo que era para arreglar unas cuentas pero siento que hay un trabajo sucio ahí.
- No creo que tenga nada ilegal - afirmó Jake - y aún si lo tuviera, no confiaría en un extraño con su "trabajo delicado“  - recalcó señalándome con el dedo.
- Tienes razón, no tiene sentido - Fran lo apoyó antes de darle un sorbó a su cerveza.
-Eso lo sé, pero no fue específico con lo que tenia que hacer y siento que esconde algo más.
- Bueno, lo descubrirás después, igual irás a trabajar el sábado.
- ¡Puta madre! - elevé la voz, enfadado - si me estás metiendo en algo ilegal Jake, te juro que te irás a la cárcel conmigo - le reclamé inclinando mí cuerpo hacía él.
- No será nada ilegal y si lo hay, tú no vas a trabajar con eso.
- Sí, ya relájate Oliver. Sólo anda y cumple con tu trabajo y si no te gusta puedes buscar otro.

Estaba molesto, preocupado y sin ideas. Si este trabajo se complicaba, iba a ser imposible conseguir otro con tan buen sueldo y lo más rápido posible, esta era mí única oportunidad de no arruinarlo todo otra vez.

La campana de la siguiente clase sonó y cada uno cogió sus mochilas para dirigimos al pasillo.
- ¿Qué harán mañana? - preguntó Line.
- Cancelaron las clases de mañana ¿no?
- Sí, un viernes y no tengo planes - la vi como giraba sus ojos con disgusto, sonreí.
- Podemos ir a la fiesta de Alex - sugirió Fran.
- No, odio ese tipo.
- ¿Qué te ha hecho él? Apenas lo conoces - pregunté curioso con una media sonrisa.
- No tienes ni la menor idea.
- No, no sabemos. Por favor iluminanos.
- Dejenlo ahí. No vale la pena.
- Debe valerlo si te tiene tan incómoda - reímos por lo bajo y Jake y yo chocamos los puños. Sabíamos que era un tema que a ella le incomodaba y nosotros estamos para joderle el día.

Luego que las clases terminarán, nos juntamos en la casa de Jake a charlar y terminar unos proyectos.

Mi celular sonó y lo conteste sin ver quién era, estaba muy distraído riéndome con todos que no se me cruzó por la cabeza que antes de responder una llamada es importante ver quién es el que está detrás de la linea. Y eso hice apenas escuché la voz por el otro lado del auricular.

- Bebé, que bueno que me respondes - mi rostro se tornó de una sonrisa alegre a un rostro totalmente neutro, con el ceño fruncido.
- ¿Qué quieres ahora? - me separé de ellos y salí de la habitación.
- Verte esta noche.
- Teníamos un trato.
- ¿Trato? Era más como un ultimatum.
- No juegues conmigo, Angie.
- ¿Jugar? Pero si es eso lo que hemos estado haciendo todo este tiempo.
- Ya no más. Esa fue la última vez.
- ¿Según quién? Porque yo nunca dije eso.
- Angie, no me jodas. Habíamos quedado que esa era...
- Habíamos quedado que si tú te reunias conmigo yo no le decía nada a Matthew, nada más.
- Yo no pienso volver...
- Entonces ¿Llamo a Matt? Está solo a una llamada de distancia - lo dijo con una voz muy petulante.
- ¿Sabes qué? Haz lo que se te dé la gana
- ¿Oli? - escuché a Line salir del cuarto y voltee a verla.
- Créeme que lo haré.
- Estoy cansado de jugar tus retorcidos juegos, no pienso seguir soportandote.
- Te vas a arrepentir, Oliver. Porque decirle a Matt lo que hemos hecho no es lo único que puedo hacer.
- Me interesa una mierda - y antes que pudiera decirle algo más Line me quitó el celular de la mano.
- ¿Angie?... Escúchame bien, tú no sabes con quien te estás metiendo. Te crees la puta ama cuando no eres más que... - al parecer la había interrumpido y no dijo nada luego de unos largos segundos.
Fruncí el ceño, esto no se veía bien. Me acerque a ella y le toqué el hombro, ella volteo rápidamente hacía mí y me entrego el celular antes de girar y entrar corriendo al cuarto con lágrimas en sus ojos.