Él.

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Comenzó todo sin querer.

Nuestras manos se rozaron y desde entonces se entrelazaron. 

Todo es muy bonito hasta que se acaba, y es así.

Después nos quedan los recuerdos, que con suerte seremos capaces de olvidar.

Pero, ¿cómo olvidar a quien te hacía olvidarlo todo por un rato?

Nunca se me ha dado bien olvidar a las personas, aunque ellas se olviden de mi. Las suelo apurar hasta al final, como cuando te fumas un cigarro y apuras hasta las letras.



Él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora