A veces imagino las tantas razones por las cuales hiciste lo que hiciste,
buscando una excusa,
un por qué que me valga.
Pero tú ya me has dado el por qué,
no puedo exigir más.
Pero al parecer a mi corazón no le basta,
necesita más.
Y yo no se lo puedo dar,
y tú tampoco.