Dos

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Mike era un lobo joven, alguien al que no le gustaba que le mandaran. Alguien al que le gustaba vivir a límite. Alguien que acababa castigado cada semana porque no obedecía a Vincent…

Ahora se encontraba escondido, observando a esa pequeña oveja que estaba por entrar al bosque.

— Cuando entre, me lanzaré sobre ella y la comeré — se relamio el hocico.

Vaya que tenía hambre, después de todo, llevaba ya mucho tiempo sin comer una oveja.

Mientras que Jeremy, tenía una extraña combinación de sentimientos en el estómago. Culpa, miedo, curiosidad.

El pequeño castaño no sabía cómo eran los lobos realmente, había visto dibujos que Scott hizo para darle una idea a él y sus compañeros, pero nunca había visto uno de frente.

Le enseñaron que todos son malos, pero él no lo creía así.

Dio un tembloroso paso al frente, consiguiendo entrar a los terrenos del bosque, fue entonces que recordo las sabías palabras de Scott.

"Solo tienes dos opciones: correr o rezar porque el lobo sea un tonto".

— No todos los lobos son malos... — pensó en voz alta.

Los pasos del pequeño comenzaron a ser más seguros, se había olvidado por completo del miedo a lo que pudiera pasar.

Fue así hasta que Mike se lanzó sobre él.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, sintió que Scott tenía razón con todo lo que dijo. Y ahora sería comido por el lobo malo, aquel del que siempre fue advertido.

Pero no sentía nada. Ni un rasguño, ni una mordida. Nada.

Mike se había quedado idiotizado al ver a esa oveja tan adorable hecha una bolita bajo su cuerpo.

Había algo que le llamaba de esa bola de lana, era adorable. Demasiado.

— ¿Qué hace una oveja tan tierna como tú lejos de su rebaño? — preguntó el lobo, mientras comenzaba a olfatear a Jeremy.

La oveja abrió un ojo, vió que Mike solo se dedicaba a examinarlo, fue entonces cuando se atrevió a hablar.

— M-Mi nombre es Jeremy... — tartamudeo, no estaba del todo seguro de si debía hablar.— ¿Eres un lobo tonto?

Mike alejó su rostro de él, era extraño que una oveja dijera ese tipo de cosas.

— Mi nombre es Mike... — sonrió de lado. — Y no deberías hablarle de esa forma a quién no conoces.

— P-Perdón... — el pequeño bajó las orejas.

Se sentía regañado, había actuado mal frente a un extraño. Que maleducado era.

Sí, eso era lo que Jere' pensaba, ya le valía que Mike fuera un lobo.

El pelinegro se sentía más y más curioso sobre esa tierna oveja.

¿Por qué no reaccionaba como las demás?

¿Por qué no sentía miedo de estar tan cerca de un lobo?

Y lo más importante...

¿Por qué no se lo había comido?

— Mike... — susurró la oveja, provocando que el lobo diera un respingo. — ¿Puedes quitarte de encima?

El lobo gruñó, aunque obedeció a la petición del pequeño.

— No deberías estar aquí... — susurró Mike. — Éste no es lugar para una oveja.

— Pero... — Jeremy bajó la mirada al suelo. — La pradera es aburrida... — hizo un mohín. — Quiero explorar el bosque, ¿me ayudarías?

Se le hizo tan tierno verlo de esa forma, ahora estaba más que seguro que no podría hacer nada para lastimarlo.

— No lo creo... Este lugar es peligroso... — el lobo se dió la vuelta. — Mejor vuelve a tu rebaño, seguramente el pastor te espera.

Desgraciadamente, Mike tenía razón. El pastor ya había notado la ausencia de Jeremy, y lo buscaba cerca del rebaño.

Si lo encontraba en el bosque, probablemente le daría un castigo y las cosas serían peor para el pequeño ovejito.

— Entonces... — Mike levantó las orejas al escuchar la débil voz del castaño. — Vendré mañana — habló más animado el menor.

— ¿Eh? — el pelinegro volteó.

Jeremy ya estaba dando saltitos de regreso a la pradera, se notaba más alegre y Mike pudo oler algo diferente en ese niño.

Porque sí. Un lobo puede oler el miedo en su presa... Y lo que Mike olía en Jeremy le gustaba, pero era un gusto distinto.

— Te veré mañana...

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Me estoy riendo como pendejo :^)

Amo al lobo Mike ggg🌞✨

Jxreck♪

La Oveja y El Lobo [AU JereMike]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora