Capitulo 4

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Si, esta es mi historia, mi realidad, solo yo la comprendo, solo yo puedo comprender el dolor que es odiar a alguien, al  que según la sociedad te dice que lo tienes que amar, TE ODIO, te lo digo y repito hasta cansarme, no te quiero, alguna vez lo hice,  pero lo único que queda de ese "amor" son las cenizas que alimentaron la semilla del odio que te tengo, no te me acerques, lo único que necesito de ti es que nunca me llames, y te juro que me marcharé y nunca me volverás a ver, solo necesito ese último sabor de esperanza en mi boca que hace mucho llenaste de podredumbre y miseria, ese sabor a gloria para llegar a la tranquilidad que necesito a mi paz tan deseada, me pongo de rodillas que me perdones, pero no puedo, no puedo, ya no.
Todo la destrucción, necesita una reparación para seguir funcionado y ser utilizado, pero yo no estoy destruida, estoy devastada, y sobre mí lo único que puede haber es un edificio de traición, en el cual la gente pueda ser ella misma con todos tus pensamientos tos retorcidos, tal y como es. Solo así te perdonare cuando mis cenizas lleguen a la tierra de miseria por la que me has hecho pasar a mi, y por la cual miles han pasado antes que yo, porque eso soy cenizas regadas por los suelos, donde todos pasan y dejan un rastro de escarnios, esa ceniza, no soy especial, solo soy yo.
Y este es mi verdadero ser.

Ya no quiero vivir más Donde viven las historias. Descúbrelo ahora