—Muchas gracias...—dijo él que le habían golpeado, ya que le di hielo para que se lo pusiera. La situación en aquel momento era que había invitado a los sextillizos a pasar para que pudiera ayudar al pobre que había recibido. <<Al final todos entraron en mi casa.>>pensé. Se empezó a hacer algo incómodo ver tanta gente justo cuando me acababa de mudar y necesitaba hacer muchas decoraciones.
—¿Te acabas de mudar?—preguntó el de verde.
—Si, la verdad es que acabo de llegar hoy—mencioné mientras recordaba que por la mañana me dije que sería un día para mi sola. Que equivocada que estaba...
—¡Al fin una mujer mas!—exclamó el de rojo mientras fingía llorar.
—¡Oye, no digas esas cosas en alto!—volvió a hablar el otro, mientras se acercaba a él para taparle la boca completamente ruborizado. Algo me dice que estos seis son bastantes reconocidos en la ciudad... Mientras esos dos discutían, miré al que le había ofrecido mi ayuda.
—¿Te sientes mejor?—él se sobresalto y se puso sus gafas de sol de nuevo, mientras me miraba sonriendo, aunque parecía seguro de sí por un momento pude verlo algo sonrojado. ¿Quizás en realidad no era tan social con las chicas?
—Mejor que nunca al ver los dotes de curación de un ángel.
—Si, ya... Creo que deberías dejar de intentar soltar frases de ligoteo, a no ser que quieras ser golpeado de nuevo.
—No son frases de ligoteo, son mis expresiones de amor hacia ti—al decir eso me puse completamente roja. ¿Pero este que se había tomado? Decidí ignorarle y miré a los demás.
—No me gusta tener desconocidos en casa así que...—dije sin finalizar la frase para que entendieran que se tenían que marchar. El que parecía el cabecilla de todos se levanto y puso su dedo de manera horizontal mientras se refregaba por debajo de la nariz con un guiño y una mano en la cintura.
—Tienes toda la razón. Que maleducados de nuestra parte no habernos presentado aún~
—Eso no es lo que quería...—no pude terminar ya que empezó con su introducción.
—Mi nombre es Osomatsu Matsuno y me podrás reconocer ya que siempre llevo sudaderas rojas. Además que soy el más apuesto de todos—dijo sonriendo como lerdo. ¿Era consciente que todos tenían la misma cara? El de sudadera azul se levantó haciendo que me apartara un poco de él. No quería ser maleducada, era solo que no estaba acostumbrada a los cumplidos...
—Mi nombre es Karamatsu Matsuno, que se te quedé grabado Karamatsu Girl, porqué es el nombre que escucharás en tus sue-—fue interrumpido por el de sudadera verde, el cual estaba algo sonrojado y sonreía nervioso.
—¡Mi nombre es Choromatsu, placer en conocerte!—exclamó mientras hacía una reverencia.
—Ichimatsu...—dijo el chico de sudadera violeta, el cual se había encontrado en una de las esquinas de mi casa todo el tiempo. Por alguna razón me recordaba a cuando era pequeña y me escondía en lugares tan apretujados que tenía esa posición.
—¡Me toca, me toca!—el de amarillo se acerco a mi.—¡Mi nombre es Jyushimatsu y espero ser un muy buen amigo tuyo!—dijo cogiéndome las manos. Una sonrisa se formo en mi rostro al ver una persona tan peculiar como él.
—Sin dudas lo seremos—él alegremente asintió. Una mano, de la que supuse que sería Todomatsu me arrastró por el brazo lejos de Jyushimatsu.
—A mi ya me conoces, soy Todomatsu pero tienes el privilegio de llamarme Totty~—dijo guiñándome un ojo. Sucesivamente noté una atmósfera más pesada...
—Bueno, pues aunque seáis muy simpáticos todos debo decir que antes no me refería a que quería que os presentarais...—todos me miraron con cara de sorpresa, como si hubiera dicho un desbarate, después cambiaron su cara a una de pena sabiendo que iba a pasar a continuación.—M-me refería a... A qué... Uh...—mis manos comenzaron a sudar. Podía aguantar a una o dos personas a punto de llorar o estar tristes, ¡pero seis eran demasiadas! <<¿¡Y ahora que se supone que hago?!>> me pregunté a mi misma. Entonces se me ocurrió decir lo primero que se me pasara por la cabeza. —Me refería a que los invitaba a cenar—dije sonriendo. <<¡MIERDA! ¿¡DE VERDAD LA CAGUÉ TANTO?!>> . Todos empezaron a sonreír felices, bueno, a excepción de dos o tres...
—¡Muchas gracias (t/n)-chan!—dijo, uh... ¿Osomatsu?
—Dena... Espera, ¿como sabes mi nombre? Solo se lo fue mencionado con Todomatsu...
—¡Creo que será mejor ir a que vayas a comprar los ingredientes antes de que sea muy tarde!—dijo el de verde disimulando.
—Oh, cierto. Pero no les puedo dejar solos en mi casa, no les tengo tanta confianza...
—Entonces vamos contigo—dijo Todomatsu acercándose a mi.
—¡Compras con (t/n)-san, compras con (t/n)-san!—dijo el de amarillo alzando y bajando los brazos.
—¿Estáis todos de acuerdo con ese plan?—dije asombrada. Normalmente suele costar que tanta gente lo esté.
—¡Si~!—dijeron todos a la vez.
—Entonces supongo que saldremos fuera...—me dirigí donde deje por ultima vez la bolsa y me la volví a poner.—¿No tenéis que coger nada, verdad?—todos negaron con la cabeza.—Pues venga.
Una vez estuvimos en la calle, Todomatsu rápidamente me tomo del brazo y me arrastró hacia delante, lejos de sus hermanos. Consideré esto una falta de respeto a sus hermanos y a mi, pero no podía soltarme de su agarré, ya que por muy afeminado que pareciera era fuerte.
—Y (t/n)-chan... ¿Por qué te mudaste aquí?— preguntó aún apartándome del resto.
—Quería una oportunidad para encontrar trabajo, además que el país me parece muy lindo.
—Ya podríais aprender de ella...—murmuró Choromatsu.
—¿Y ya te compraste ropa?
—No pienso responder a esa pregunta...
—¿Eso significa un no? ¡Entonces podríamos ir juntos! Sólo tienes que darme tu núm...—le interrumpí.
—No te pienso dar mi número de teléfono...—dije suspirando. De repente Jyushimatsu se acerco a mi.
—¡(t/n)-san, (t/n)-san! ¿Podemos ir después a un lugar? Quiero enseñarte mi sitio preferido—dijo sonriendo alegremente como siempre. Para ser sincera envidiaba esa sonrisa...
—Ahora es algo tarde, ¿Que te parece si quedamos mañana?—él asintió feliz y siguió andando a mi lado.
—¿Eeeeh? ¿A él si pero a mi no? (t/n)-chan eres cruel—dijo Todomatsu inflando las mejillas. Sus hermanos empezaron a susurrar y a reírse de él.
—Pues la verdad es que te lo mereces—dijo Choromatsu alzando una ceja. Yo sin entender decidí preguntar.
—¿A que te refieres?
—Totty siempre está pidiendo números de teléfono a chicas o saliendo con ellas—dijo Osomatsu haciéndose la víctima.
—También le gusta insultarnos...—hablo por primera vez Ichimatsu con una sonrisa maliciosa hacia Totty, la cual hacía que a cualquiera se le pusieran los pelos de punta. Jyushimatsu, Karamatsu y Choromatsu decidieron quedarse al margen del tema.
—Si es que es verdad aquello que dicen que los pequeños son los peores...—suspiro sonriendo Osomatsu.
—Y los mayores son unos entrometidos que no sirven ni para cocinar—dijo Todomatsu con el ceño fruncido mientras le fulminaba con la mirada.
—Al menos no voy por ahí como un acosador—dijo cerrando los ojos y encogiendo los hombros. Karamatsu le miro pensando que se refería a él y le dio un pequeño pellizco en el codo.—¡Duele!—dijo tocándose donde le pellizcó. Ante tal situación no pude evitar sonreír. Quizás no fue tan malo conocerlos...
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¡Piénsalo seis veces! [Hiatus]
FanfictionDespués de pasar una larga y dura etapa de su vida en Francia, nuestra protagonista decide dejarlo todo y irse a vivir a Japón por dos razones, la primera descubrir mundo y la segunda poder tener el trabajo de sus sueños después de haberse graduado...