—Jyushimatsu, tendrías que tener más cuidado a la hora de lanzarte a la gente, podrías haberme tirado...—dijo quejándose con un tono algo infantil (t/n)-san, haciéndome feliz de que tuviéramos una relación cercana tan rápido.
—¡Es que estaba muy emocionado de poder volver a verte! Además iríamos al lugar al que quiero llevarte.
—Claro, pero esa no es razón para tener que tirarme al suelo—dijo con una pequeña sonrisa.
—Ah... Lo siento (t/n)-san...—dije algo deprimido pero sin perder mi sonrisa. Ella hizo un largo suspiro y después me volvió a observar.
—No pasa nada Jyushimatsu. Bueno, ¿vamos a ese lugar tan especial?—dijo cerrando la puerta y esperando una reacción de mi parte. Yo asentí dos veces y la cogí de la muñeca. Quería llegar lo más pronto posible ya que además de ser un lugar especial también me dejaba las ideas claras.
—¡Estoy deseando que lo veas!—dije con entusiasmo.
—Yo también... Por cierto, no hace falta que me cojas de la muñeca, no me perderé—dijo riendo, haciendo que me uniera sin razón alguna. ¿Quizás eran los bates de béisbol que golpeaban mi estomago?
—Entonces, ¿te puedo coger la mano?—dije con un pequeño tono de rojo en mis mejillas. Ella abrió los ojos sorprendida por la petición y se ruborizo.
—B-bueno...—tartamudeó.—Preferiría que no...—dijo incómoda.
—Hm, hm... ¡Entonces para la próxima!—dije intentando ocultar que eso me había hecho sentir mal. Ella rió nerviosa y se puso en marcha para irnos.
—Bueno, como no me guíes tú verdaderamente me voy a perder
—¡Cierto, cierto!—me acerqué a ella y empezamos a andar ambos hacia el lugar dónde había planeado.
Mientras íbamos hablando y riendo, no me di cuenta de que ya pasamos el lugar indicado, por lo que me detuve en el sitio. Ella me miró confusa y iba a decir algo, pero la cogí de la muñeca y empecé a correr hacia atrás.
—¡Jyushimatsu, cuidado con la gente!—exclamó preocupada, haciéndome sonreír más. Quizás la persona que amaba había llegado de nuevo, quizás había recuperado mi alegría de antes, quizás por fin el destino me había hecho llegar a quién más amo... Está vez, no iba a dejar que nadie me la arrebatara, no quería perderla... Lo siento Totoko-chan, pero no vuelvo a tus brazos nunca más.
—¡(t/n)-san, llegamos! ¿Qué te parece?— dije poniendo mis manos en la cintura con una expresión triunfadora.
—¿La playa?—murmuró sorprendida. Yo asentí y la mire.
—¿No serás alérgica a la arena?
—N-no, claro que no...
—Pues venga—me quité las sandalias junto a los calcetines y sostenía ambas cosas con una mano. La miré esperando a que hiciera lo mismo. (t/n)-san ladeó la cabeza, mirándome con confusión por unos segundos, pero reaccionó y hizo lo mismo que yo.
—La verdad es que este lugar tiene una historia muy importante...
—¿De verdad?— asentí ante su pregunta.
—Resulta que aquí conocí a la primera persona de la que me enamoré...—dije sin perder la sonrisa para no preocuparle.—Ella iba a acabar con su vida, pero aparecí yo—la miré, tenía un rostro triste lo que me hizo poner nervioso.—¡P-pero tuvo un final feliz, te lo prometo, así que sonríe, sonríe!
—¿Qué pasó con ella?
—B-bueno... Si me prometes que no pondrás ninguna expresión de tristeza te lo digo.
—Te lo prometo Jyushimatsu.
—Resulta que se tuvo que mudar a otro lugar, pero a veces recibo cartas de ella y me cuenta que todo le está yendo muy bien—respondí con una pequeña risa. Ella se calmó y sonrió.
—Parece una chica encantadora.
—Y lo es, pero yo ya he movido ficha—dije orgulloso de mi mismo. Aunque ella no lo sabía, la quería llevar ahí debido a que me parecía el lugar adecuado para que cuando todos nuestros momentos importantes sucedieran, recordáramos que aquí fue dónde empezó todo.
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¡Piénsalo seis veces! [Hiatus]
FanfictionDespués de pasar una larga y dura etapa de su vida en Francia, nuestra protagonista decide dejarlo todo y irse a vivir a Japón por dos razones, la primera descubrir mundo y la segunda poder tener el trabajo de sus sueños después de haberse graduado...