Capítulo 9

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Ichimatsu y Jyushimatsu me estuvieron enseñando cada rincón de la casa, desde la habitación dónde se pasan mas tiempo hasta la que está llena de mugre. Jyushimatsu me lo explicaba todo con gran alegría y emoción, me decía su sitio favorito, su lugar dónde más dormía y hasta una anécdota reciente. Por parte de Ichimatsu-san... Bueno, él sólo se mantenía callada y tranquilo, observándome a Jyushimatsu y a mi.

—¿Qué te ha parecido (t/n)-san?—preguntó Jyushimatsu en el pasillo, debido a que mi visita ya había terminado—.

—Pues me ha gustado mucho, vuestra casa es muy colorida y alegre—dije con sinceridad y una cálida sonrisa—.

—¡Wah, me alegra escuchar eso!

—Tch, seguramente lo hace por educación...—murmuró Ichimatsu mirando a otro lado, con su típica posición de espalda encorvada—.

—No lo hago por educación, verdaderamente me gusta.

—¿Te gusta la casa dónde hay escoria?

—Yo no he visto nada de suciedad-mencioné confusa—.

—(t/n)-san, es el humor que tiene Ichimatsu ¿No es divertido?—dijo Jyushi riendo; Ichimatsu-san nos miró a ambos, posiblemente su aura oscura aumento de tamaño en algún momento—.

—Oye, ¿Te gustan los gatos?—preguntó subiendo su mascarilla y mirando al suelo—.

—Bueno... Soy más de perros, pero posiblemente es porqué nunca he tenido un gato—dije pensándolo más determinada mente, sin preguntarme a que venía aquella cuestión—.

—Ya veo....—dió golpecitos al suelo—.

—¡Ichimatsu nii-san, quizás podríamos enseñarle uno de los tuyos!— Ichimatsu-san le miró algo aturdido, en aquél momento su compostura se rompió.

—N-no creo que los quiera ver, además tampoco son míos...-intentó esconder más su rostro.

—Me encantaría ver esos gatos—intervine yo. A parte de poder ver a aquellos felinos, conocer a Ichimatsu-san también me interesaba—.

—¿De verdad?

—Claro, por algo lo he dicho, ¿no?

—¡Waay, vamos al jardín a por los nya nyas!—Jyushimatsu corrió, adelantándose a nosotros, pero antes de cruzar al pasillo se chocó con el pecho de.... Creo que Osomatsu. —¿Osomatsu nii-san? ¡¿Te apetece ir a acariciar gatos?!

—No, no, creo que pasaré por esta vez—dijo riendo Osomatsu. —Por cierto, ¿Has visto a (t/n)-chan?— Jyushimatsu señaló hacía Ichimatsu y yo. —Oh, (t/n), que tonto de mi parte al no verte—se me acercó a mi con una inocente sonrisa, dando pequeños saltos de felicidad.

—¿Me buscabas para algo Osomatsu?— le pregunté curiosa. Él asintió dos veces—.

—¡Como se supone que tú y yo habíamos quedado, he decidido que vas a estar todo el rato conmigo pasando el rato!

—¿¡Eh!? Pero eso sería injusto para algunos de tus hermanos, además que yo ahora estaba con Ichimatsu-san y Jyushimatsu—.

—Pero no hemos tenido nuestra quedada.

—Siempre la podemos hacer mañana.

—Pero yo la quiero ahora.

—Pero ahora no podemos.

—Pero yo la quiero ahora— repitió de nuevo. ¿Iba a estar así todo el día? Suspiré viendo que no tenía escapatoria—.

—Está bien, tú ganas. 

—¡Bien, sabía que al final estarías de mi parte!—dijo sonriendo mientras hacía un pequeño baile de la victoria—. 

—¿Y bien?

—¿Y bien qué?

—Pues ¿qué quieres hacer?

—Hm... No sé, di algo tú— en aquél momento sentí como moría por dentro. ¿Sólo había pedido mi compañía por pedirla?—.

—¿Qué te parece si jugamos a un juego?—dije recordando aquél vídeo que vi hace un par de semanas, nunca olvidaré lo mucho que me reí aquél día—.

—Oh... Un juego—dijo Osomatsu mirando a la nada— ¿A cuál?

—Pues no me acuerdo como se llamaba pero se trata de que uno cuenta tres historias y el otro debe decir cual es la verdadera. Después, si falla se le hace un castigo.

—¿Pero sería algo aburrido que sólo fuéramos dos, no?

—¿Qué te parece si invitamos a algunos de tus hermanos?— Osomatsu negó con la cabeza dos veces.—Pero entonces no será tan divertido, ¿no te parece?— él suspiró y rascó su cabeza escocido, con los ojos cerrados y mirando al suelo, después volvió su mirada a mi—.

—Esta bien, pero yo elijo quién.

—Extraordinario, ¿entonces, a quién quieres escoger?—dije uniendo mis manos sonriente—. 

—Karamatsu e Ichimatsu—respondió sin pensarlo dos veces. Pensé que eran probablemente los que mejor le caían, pero por si a caso decidí consultárselo—.

—¿No serán por casualidad los que mejor te caen?

—En realidad no, pero pienso que son perfectos para esta—se detuvo en medio de la frase y se lo repensó.—Espera, retiro lo dicho, Karamatsu y Choromatsu.

—¿Y eso? 

—Es que Ichimatsu debe de estar algo ocupado—dijo con una sonrisa nerviosa.—Bueno, empieza a mover esas piernas, que no sólo están para que las mire—me cogió de la mano y empezó a andar hacia arriba ; mi cara se encontraba en una mezcla de confusión y vergüenza. ¿A caso él también era igual de extrovertido y abierto como Jyushimatsu?  


¡Piénsalo seis veces! [Hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora