Capítulo 2 [Parte I]

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Hola a todos! Estoy de regreso y les traigo el segundo capítulo! En serio espero que les esté gustando la historia! Bueno, a partir de ahora dejaré de hacer notas al incio y las dejaré solo hasta el final! Esto es solo para avisar que apartir de ahora cada capitulo será dividido en dos partes! Esto es por que los capítulos son muy largos y al momento de leer la aplicación se alenta un poco (No sé si les pase o es solo a mi😂) bueno en fin, los dejo leer!😌
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Donghae  soñó  que  corría  a  lo  largo  de  un  oscuro  camino  pavimentado.  La  noche  estaba llena de sombras, la luna nueva se encontraba oculta a  simple vista. A la luna llena en su  cenit se le conocía como La luna de las Brujas, tiempo de conjuros y Poder.  La luna nueva en  su fase más  oscura era  La luna del Oráculo, época en que el velo entre todos los  mundos  y  todos  los  tiempos  se  hacía  más  delgado.  Un  brillante  rocío  de  estrellas semejante  a  los  ojos  de  los  Djinn  perforaba  el  oscuro  cielo  púrpura  y  el  viento susurraba secretos entre las sombras de los bamboleantes árboles. Sus  zapatillas  golpeteaban  la  tierra  rítmicamente.  Golpeaban  con  un  ritmo  pagano en  sintonía  con  la  canción  de  su  torrente  sanguíneo.  Amaba  la  forma  en  que  su  cuerpo se  sentía,  fluido  y  fuerte  al  avanzar  por  el  camino  pavimentado.  Perfecta.  Se  sentía perfecta. Una  gigantesca  pantera  negra  corría  a  su  lado.  Sus  amplios  hombros  eran  tan  altos como  los  de  ella,  y  su  largo  y  poderoso  cuerpo  comía  las  distancias  sin esfuerzo  y  con fluida  gracia.  Tan  pronto  como  se  dio  cuenta  de  él,  la  pantera  giró  la  cabeza  y  la  miró con  diamantinos  ojos  tan  penetrantes  y  brillantes  como  las  estrellas.  Sobresaltada, frenó  y tropezó... Y  se  deslizó  en  otro  sueño.  Esta  vez  escalaba  la  falda  de  un  empinado  risco  rocoso. Tenía  que  usar  las  manos  y  la  quemadura  de  sus  músculos  se  sentía  bien.  El  sol  se cernía  en  lo  alto del  cielo  y  azotaba  sobre  su  cabeza,  y ella traspiraba  gruesas  gotas  de sudor. Un  gran  perro  negro  escalaba  junto  a  ella.  Fácilmente  era  el  doble  de  un  mastín, todo  músculos  y  poder,  pero  aun  así  subía  la  ladera  del  risco  con  imposible  agilidad. Cuando  lo  miró  fijamente,  él  se  dio  la  vuelta  para  observarla  con  brillantes  ojos diamantinos que la asustaron  a muerte y Donghae perdió su agarre sobre las rocas. La gravedad tiró  de Ella cayendo y se precipitándose hacia tierra. Despertó  sobresaltada,  su  corazón  latía  desbocado.  Su  ropa  estaba  húmeda  por  el sudor.  El  sol  había  cambiado  y  se  encontraba  sola  en  la  sala  de  estar.  La  televisión estaba  apagada.  Había  demasiadas  cosas  incorrectas  en  la  escena,  pero  antes  que tuviera  la  oportunidad  de  sentir  pánico,  escuchó  a  Taemin y Seulgi  emitir  risitas  tontas  en su  dormitorio.       

  -Ahora quiero que seas un perrito- dijo Seulgi.

-Pero en este momento soy  un gato- replicó una voz masculina. Donghae  conocía  esa  voz.  Sólo  la  había  escuchado  durante  breve  tiempo,  pero  nunca la  olvidaría.  Era  la  voz  del  Latigo  de  Su  Existencia.  Esta  sonaba  ronca  y  clara,  con  una pureza que  de alguna manera hería el corazón  y contenía el poder de un ciclón. Pertenecía  a  la  criatura  que  había  llegado  a  su  pórtico  en  un  torbellino  y  que  había sido el heraldo de confrontación y  violencia. Y matanza.   Y estaba visitando a sus  niños. Salió  disparada  del  sofá  y  se  abalanzó  hacia  el  pasillo  antes  de  saber  bien  lo  que estaba  haciendo. 

-¡Quiero montar a un  perrito!- dijo Seulgi. 

-Creo que  lo que tú deseas montar se llama  caballo- Dijo el Flagelo. Taemin  chilló,  un  sonido  feliz  que  llegó  a  escalas  tan  altas  que  podría  romper  una  copa de cristal. Un  punzante  dolor  atravesó  la  pierna  de  Donghae.  Con  la  amenaza  de  caer  desplomada debido  a  sus  piernas,  alcanzó  el  dormitorio  de  los  niños  y  se  aferró  al  umbral  cuando miró al interior. Taemin  estaba  de  pie  en  su  cuna.  Aún  no  podía  caminar  solo,  pero  podía  mantenerse de  pie  cuando  se  agarraba  a  algo.  Una  solitaria  brizna  de  cabello  castaño  oscuro  en  lo alto  de  su  cabeza  se  mecía  mientras  saltaba  de  arriba  a  abajo.  Él  sonreía  de  oreja  a  oreja y  observaba  a  Seulgi,  quien  estaba  sentada  en  el  suelo  frente  a  un  gato  negro  en  la misma posición. El  gato  tenía  que  ser  el  Latigo  de  Su  Existencia.  El  Djinn.  Hyukjae  algo. Visualmente,  se  parecía  a  un  gato  normal,  muy  grande,  de  quizás  nueve  kilos  más  o menos, pero en su mente, este se sentía gigantesco con un Poder sombrío y  peligroso. 

The Oracle Of The Moon [EunHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora