[Terminado]
Una peli-azul se encontraba en frente de un albino, quien traía flores en sus manos.
-J-Juvi-chan... me preguntaba si quisiera salir conmi...-el albino fue interrumpido por una flecha que cortó las flores a la mitad. -¿Qué?-exclamó sorp...
–Gray-shama, ¿estha bien?–preguntó Juvia con la boca llena, al ver que Gray no tocaba su comida, si no que sólo tenía el tenedor en sus manos.
–Sí, y no hables con la boca llena, Juvia.–ordenó Gray.
Juvia tragó la comida que antes se encontraba en su boca. –Perdón, Gray-sama. Pero... ¿q-qué acaso no le gusta la comida que hizo Juvia?–preguntó con sus ojos lagrimosos.
–¿E-Eh...?–susurró Gray,–¡N-No llores!–gritó Gray moviendo sus manos de un lado a otro, al ver que Juvia tenía pequeñas lagrimas a punto de salir de sus ojos.
–¡P-Pero, a Gray-sama no le gusta la comida de Juvia! ¡Juvia se siente horrible! ¡Juvia debe dejar de vivir! ¡Juvia no puede estar al lado de Gray-sama!–dijo Juvia, para después irse al rincón emo.
–¡N-No es cierto!–dijo tomando un poco de la comida, y metiéndola en su boca, –¡M-Mira! ¡Mira, Shuvia!–dijo Gray con la boca llena de comida.
–¿A G-Gray-sama le gusta la comida de Juvia?–dijo dándole la vuelta a su cabeza desde el rincón emo.
–¡Sí!–dijo Gray.
–¡JUVIA LO SABÍA! ¡CÁSEMONOS, GRAY-SAMA! ¡Y TENGAMOS 30 HIJOS!–gritó Juvia entrando a su modo yandere, mientras que Gray solo miraba intimidado la escena.
–J-Juvia... n-no cr-creo q-que es---
–Gray-sama, diga "ah".–dijo Juvia cambiando su humor de un segundo a otro, con una cuchara en sus manos, extendiéndola hacía la boca de Gray.
–N-No, J-Juvia...–se detuvo al ver a Juvia llorar.
–Gray-sama no quiere a Juvia... Juvia quiere morir... Juvia no se merece a Gray-sama... Gray-sama es mucho para Juvia...–dijo llorando.
–B-Bien... Ah.–dijo Gray abriendo su boca, y al mismo tiempo apartando su mirada, tratando de que su sonrojo no se notara.
Juvia sonrió, y con rapidez, metió la cuchara a su boca, causando que se atragantara con ella.
–Cough.... Cough...–susurraba Gray en el suelo, tratando de no ahogarse.
–¡WAAAAA! ¡MATÉ A GRAY-SAMA! ¡JUVIA ES MALA! ¡WAAAAA!–lloriqueaba Juvia en el suelo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
–P-Perdón, Gray-sama...–susurraba Juvia con los ojos rojos de tanto llorar.
–N-No importa...–contestó Gray.
–Perdón...–continuaba susurrando Juvia.
–No importa, Juvia. Será mejor que me vaya.–dijo Gray tomando sus cosas.
Juvia asintió, para después acompañarlo a la puerta. –¡Bye, bye, Gray-sama!–dijo Juvia moviendo su mano.
–Adiós.–fue lo que se limitó a decir Gray antes de irse.
// Gray //
¡M-Mi billetera!
No la encuentro.
¿No será...?
–Mierda...–susurré a darme cuenta que había dejado mi billetera en el apartamento de Juvia.
Regresé a Fairy Hills, y al llegar frente la puerta de su apartamento, la toqué varias veces, pero nadie contestaba.
–¿Eh?–la puerta estaba abierta.
No le habrá pasado algo a Juvia, ¿no?
–¿Juvia?
Entré a cada habitación, y no había nadie, completamente nadie. Abrí la última puerta, di un suspiro al verla dormida en su cama.
–Algún día de estos me dará un infarto...
Dios, se miraba tan hermosa. Sus mejillas tenían un leve sonrojo, y tenía entre sus brazos un muñeco mío. Ni siquiera se había cambiado de ropa.
Empecé a acariciar su cabello, tan suave y sedoso. Su cara blanca como la nieve y suave como algodón. Sus labios eran finos y rosados como un cerezo.
La besé. La besé en los labios. Eran suaves, y tibios. Eran... perfectos. Me encantaban.
Se movió un poco, y me separé, ademas de que me estaba quedando sin oxígeno.
Se dio la vuelta aún dormida, dándome la espalda. Puse la sabana encima de su cuerpo.