No Crush (Girl Crush parte 2)

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-¡oh por Dios!, estás enamorada! -gritó Alexandra desde el otro lado del teléfono.

-uno no se enamora en dos años Alexandra, se necesita más tiempo.

-antes no creías eso, Emma. Antes eras mucho más romántica y dulce, Noruega te cambió mucho, aunque admito que no nos conocimos mucho cuando estuviste aquí.

No solo fue Noruega la que me cambió, fue todo, un corazón roto que cree perder su razón puede dejar todas sus creencias, encontrar nuevas y reconstruirse con pilares diferentes. Eso es todo. Pero obvio eso no se lo diré a ella.

-creo que sabes que eso fue un fallo de nuestra parte.-le digo, ella suspira y luego ríe, esa risa que suena como a campanitas.

Llevo más de seis años lejos de casa, aunque se siente raro llamar "casa" a un lugar tan distante al lugar donde estoy, que se siente totalmente como mi hogar. Mi primer año aquí fue lo más difícil de todo, no conocía a nadie.

A pesar de mi petición, Jake y Alexandra seis meses después de mi partida respondieron mi última nota, ahora se supone somos muy buenos amigos, pero ya encontré amigos aquí, encontré el lugar donde debería estar. Tengo uno de los mejores trabajos del mundo organizando eventos musicales y demás, aunque el pasado luzca ya lejano, en mis inicios fui mesara de un restaurante donde entre más ajustada la ropa, mejor te iba.

-¡tierra a Emma!, te fuiste dentro de tu cabeza otra vez.

-lo siento, me decías...

-¿recibiste la invitación?... ya consideraste venir, dime que sí.

-claro que iré, tengo un mes de vacaciones y lo usaré.-le confirmo.

-y... ¿Olsen también vendrá?

Olsen, como explicarle esto a ella, no tengo que explicarle nada, esto es entre él y yo.

-se lo comentaré.

La puerta de mi habitación se abre, aun miro la pantalla de mi laptop, organizando todo para el viaje. No entiendo para que viene a visitarme si está tan molesto conmigo.

Se sienta junto a mí en la cama, imitando mi postura con la espalda recostada de cabecera de la cama y los pies estirados en ella.

El silencio comienza a molestarme, él lo sabe. Sabe que detesto los silencios inconclusos, que quiero que hable conmigo sobre lo que sucede.

Bajo la batalla y coloco la laptop sobre la mesita de noche, junto mis manos sobre mi regazo y suspiro.

Lo miro y tiene los brazos cruzados sobre su pecho, este chico fue sacado de mis tontas fantasías escolares con dioses nórdicos, incluso me pregunto que hace aquí.

-Olsen... dime, ¿Por qué estás enojado?-digo casi gruñéndole.

Dicen que dos personas con mal temperamento no deberían estar juntas, bueno, nosotros estamos juntos o eso creo. -¿es por lo que te conté de Jake?

Él asiente.

-no estoy enojado contigo, es conmigo.-dice al fin, su voz suena rasposa como si hablara contra su voluntad.

-¿contigo?-para nosotros siempre ha sido mejor decirnos las cosas sin mirarnos de frente, nos avergüenzan demasiadas cosas como para estar allí y admitirlas mirando los ojos del otro.

-Emma... nosotros...

Va a dejarme.

Siento mi mente nublarse y recordar cuando nos conocimos por primera vez.

El grupo de estudiantes extranjeros que hablábamos el mismo idioma era increíble, todos hablando español, allí en el campus era como si habláramos nuestro propio lenguaje secreto.