Bienvenida Em Caramel

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July y Sam son dos estudiantes del extranjero, como yo.
July es de Perú y Samuel es de República Dominicana.
Nos conocimos en el grupo de estudiantes de habla hispana.
Y aunque seamos muy amigos, siento que ellos están incómodos con Olsen.
Y ¿quién no?
Es demasiado alto para su propio bien.
O ¿nosotros somos bajitos?
Olsen, está empeñado en ser mi amigo noruego, no se da cuenta de que ya es mi amigo. Y hace un par de meses era el único que tenía. Solo tengo un año y medio aquí. Y creo que el estar tan metida en los estudios me cerró al hermoso lugar donde ahora vivo.
Tiemblo un poco, aún no me acostumbro al clima.
En Panamá todo es cálido... demasiado cálido algunas veces.
-no debes estar nerviosa cerca de mí, Emma. No voy a morderte.-dice Olsen.
Ruedo los ojos.
-a menos que lo pida, ¿no?
En su rostro aparece una sonrisa pícara.
-cuando tu lo pidas, Emma, será todo un placer.-hace una inclinación como si fuera de la realeza.
Vikingo pervertido.
-oye Panamá, deja de coquetear con tu amigo.-grita Samuel delante de mí caminando con July.
-¡yo también me quitaría el frío con él, Emma!-grita July en español, me sonrojo.
Gracias a Dios, Olsen no entiende.
-creo que entendí eso.-dice él, con cara de inocencia.
Mientras caminamos por la acera salpicada de blanca nieve, el cielo destella un color dulce y al fin se asoma mi amado sol.
Pronto llegará la primavera, pero en el momento ya sentía suficiente calor en el rostro.

Aeropuerto Internacional de Tocumen.
Después de diecinueve horas de viaje, al fin llegamos.
-¡agarrala, Olsen!, ¡Es esa!-señalo la maleta que nos falta en la banda dando vueltas.
-dejala dar la vuelta, ¿okay? -dice restregandose sus ojos del cansancio. Mis nervios estaban de punta. Nunca había tenido que presentarle a mis papás un novio, ¿qué debo decir?
Me quita la bolsa pesada del hombro, casi me voy de lado del peso, mientras a nuestro alrededor la gente camina con esas carretillas pesadas llenas de maletas.-deja ya de poner cara de estreñida, Emma. Yo también estoy nervioso, ¿crees que no me siento como idiota cuando al fin voy a hablar en persona con tus padres y mi español sigue como la mierda?
-eso no es cierto. Lo hablas muy bien.
-no cuando estoy nervioso.
Ruedo los ojos, él está lleno de maletas y yo solo tengo mi mochila y una de las inmensas maletas rodantes aún nos falta la mía.
Nos quitamos los abrigos, acá no hacen falta.
Al fin vuelve a pasar y él la toma, me río.
levanta una ceja preguntando el porque.
-te ves de lo más masculino con esa maleta de Barbie.
-bueno, resulta que salgo con alguien obsecionada con Barbie, verme con esto es muy común.-toma mi maleta y comienza a rodarla.-además, el rosa claramente es mi color.

Caminamos por el pasillo gris y allí están mis papás. La última vez que los vi fue hace tres años atrás, wao.
Sé que nos vemos por skype y eso, pero se ven tan diferentes. Sé que son mis padres porque allí está el señor "calvo de decisión" porque se tira todo el cabello abajo por la flojera de peinarse que es mi padre y el cabello negro y sobre los hombros de mamá, el hermoso contraste de sus pocas canas con su piel canela.
Mi hermano, Emmanuel, está demasiado alto para como lo dejé y tiene un cartel levantado muy arriba.
"BIENVENIDA EM CARAMEL"
El peso de mi mochila y la maleta quedan en pausa por un momento cuando al fin salgo y corro a abrazar a mis padres.
Mis ojos se aguan y siento como si mis mejillas dolieran de felicidad.
Me les abalanzo y ellos me aprietan en el abrazo, correspondiendome.
Los extrañé tanto.
Los suelto y abrazo a Emmanuel.
-Hola Em Caramel.-dice él.
-Hola, Em Aguamiel.-le digo. Me separo de él aunque no quiero.
Olsen ya está allí con nosotros y se me adelanta titanicamente.
-Hola señores Wilson, soy Olsen Otsberg.-dice él, mamá se ríe. Creo que él duda si es de su pronunciación.
-pero si ya nos conocemos, Olsen.-dice ella y lo abraza. Luego papá le estrecha la mano y le sonríe.
-por una pantalla, pero sí, nos conocemos señor Otsberg. Mucho gusto al fin.
No había notado que estaba pálido hasta que veo como su rostro toma color.
-Así que tú eres Olsen...-lo mira desafiante mi hermano.-bienvenido.
No le ofrece la mano, pero él es así con los desconosidos.
-vamonos, estamos incomodando a los demás.
Mi papá le quita una maleta a Olsen, mi mamá mi mochila y Emmanuel mi maleta. Caminamos al estacionamiento, tomo la mano del gigante casi rubio junto a mí.
-todo va bien, vikingo.
Suspira y se ríe.
-eso parece.-dice con las mejillas rojas.
Caminamos despacio mientras mamá me cuenta sobre como vamos a viajar a la casa en Bocas Del Toro de los papás de Alexandra para la boda.
Encontramos la camioneta roja de papá y comenzamos a subir el equipaje.
Una voz conocida se escucha a lo lejos.
-te digo que son ellos.-dice el chico.
-no porque sea una chica con cabello negro y esponjoso se supone sea ella, si no lo es y le hablamos pasaremos pena.-la voz femenina casi chilla.
Para nada pueden disimular.-aunque puede ser, ese tipo de dos metros luce muy noruego.
-no porque sea alto es noruego, Alexandra.
Los estoy mirando fijamente, son ellos.
Cuando están lo suficientemente cerca la chica comienza a correr en mi dirección.
-¡Emma!-me reconoce Alex.-¡Hola, Emma!-la chica me abraza fuerte y su sonrisa parece ir de oreja a oreja.
-Hola Alexandra... Jake.
-hola, Em.-me saluda, ambos están cambiados, parecen adultos y tienen ese aire de personas exactamente nada maduras.
Olsen coloca su mano en mi cintura, acercandome, eso no es normal.
Este viaje va a ser interesante.





No Crush (Girl Crush parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora