No Crush (Girl Crush parte 2)

Día de la boda.

Camino acelerada por la arena.
Una boda, un vestido bonito y cero zapatos.
Llevo los ramos de peonias rosas y lilas en mis brazos, las chicas frente a mí comienzan a agarrar cada una el suyo.
-Escuchen, señoritas.-les digo con seriedad.-No me interesa si tienen el periodo, si las dejo su novio o si sobregiraron su tarjeta de crédito, quiero inmensas sonrisas naturales.
Todas sonríen y las contemplo, están pasables.
-¿Organizaste la boda?-pregunta la rechoncha del medio.
-No, pero eso no permitirá que tú, pulgarcita, o cualquiera de ustedes arruine esto. Aún no existe evento en el que esté Emma Wilson y sea desastre, si llega a existir hoy, me bañaré con los litros de su sangre no-vírgen.
La más delgada, que estoy segura se llama Lissette, traga nerviosa y me mira.
-¿Y los caballeros?-pregunta con la vista en las flores.
-mi querido Olsen ya los debe estar dejando con los pies en tierra. No tenemos lo que tenemos en regalo, mantener un evento en orden es disciplina, luego en la fiesta pueden alcoholizarse lo que quieran y escoger al hombre que quieran para pasar la noche.-paso mi mirada sobre ellas una vez más, todo debe estar nítido, el organizador pescó un virus extraño y pues este ángel del señor quedó a cargo.-Daniela, arréglate la falda, estamos sin zapatos no sin ropa.-ella rueda los ojos y arregla la punta de su vestido.-¿Preguntas?
La chica rellenita alza la mano, no sé quien es pero estoy tan molesta de llevar flores en mi cabello y que estas se enrreden con pequeños cabellitos que me giro y camino a buscar a Alexandra.
-No hay preguntas.

Salgo de la pequeña carpa blanca y veo a Olsen, lleva una camisa blanca y unos pantalones de vestir en un tono cremoso, igual... cero zapatos.
-¿Ya terminaste de atormentar a esas chicas con lo negro de tu alma?-me pregunta mientras se acerca a mí y se detine, admira mi rostro como si fuera la primera vez y se ríe.
-No sé de que hablas, mi alma es color Malva con escarcha.
-Lo que tú digas.-se ríe, paso mis brazos alrededor de su cintura y me río. Aún me asombro de lo pequeña que suelo ser a su lado.
-Estás como muy feliz, ¿Qué pasa?
-Hablé con Jake.-me dice, levanto una ceja para que continúe. Pasa sus brazos alrededor de mí también.-me di cuenta de un par de cosas y creo que hay algo que debo decirte.-asiento, animándolo.-yo...
-¡Emma!, oh no puede ser...
Esa es la voz de Alexandra.
-Creo que la princesa despertó del sueño, debe estar nerviosa.
-Tranquilizala, hablamos luego.-lo dejo y me giro a la pequeña carpa en la que ya está la novia.
-Nos vemos, vikingo.
volteo a verlo y está allí, de pie solo mirandome, ya tengo un buen presentimiento.
No sé lo que le dijo Jake, pero parece que ha arreglado todo.