Pasaba por su distraída mente todas esas veces que lo había hecho con su amante y repasaba uno a uno todos esos encuentros extasiantes. La voz de genos, los suspiros, besos, caricias, esas expresiones tan excitantes que tenía su rubio... había sido una semana maravillosa.
Suspiraba con cada recuerdo como si fuera una vil adolescente enamorada, incomodando a las personas que se encontraban en la fila del super mercado. No podía evitarlo, lo extrañaba bastante a su lado y más porque tenía una semana sin verlo desde que el Doctor lo llamo informando que su nuevo cuerpo estaba listo. Sabía que no sería un proceso rápido por todo lo que tendrían que trabajar, aun así no podía evitar extrañarlo...Lo amaba bastante.
Decidió regresar su mente a la realidad, ya casi era su turno en la fila y no quería terminar como un idiota. Se despabilo leyendo las etiquetas de los alimentos, mientras escuchaba de fondo la extraña plática que tenían dos jovencitas que estaban delante de él. Llamo bastante su atención como hablaban sin pena alguna lo que hacían con sus parejas, se escuchaban tan entusiasmadas con toda clase de práctica sexual que tenían, anoto mentalmente algunas que le llamaron un poco y que probablemente usaría con el rubio, obviamente después de investigar más.
Luego de 1 semana de estar lejos de Saitama, al fin estaba de regreso en su hogar. Sabía muy bien que ese cambio era más drástico y tomaría bastante tiempo, pero ya no importaba porque al fin volvería a ver a su amado sensei.
Su mayor temor y lo que no abandonó su mente en esa angustiante semana, fue pensar que su sensei odiaría verlo así. Noto como disfrutaba cuando el tenia ese cuerpo de mujer, esos gestos, sonidos y órdenes que le daba, le gustaban pero temía que solo esto fuera por su cuerpo femenino ¿Si ya no le gustaba a su sensei? ¿Lo abandonaría? ¿Lo rechazaría? ¿Acaso prefería a las mujeres? Recordaba como aquella vez Saitama había mencionado que "No era de esos". Su cuerpo se aterrorizo con toda esa duda...
Llego a la entrada, dio un respiro hondo y procedió a entrar.
-Estoy en casa...- Nadie respondió "probablemente este comprando cosas en oferta"
Bueno, tal vez sería bueno preparar algo de comer para su sensei mientras esperaba su regreso. Camino a la cocina y vio que no quedaba mucha comida, así que desistió de su plan y se dirigió a la sala de estar para prender su computadora portátil, ya tenía tiempo de no revisar las estadísticas y eso era imperdonable. Abrió aquella maquina y pudo notar que estaba prendida, al parecer su sensei la había estado usando. Noto que el explorado estaba abierto, dio click y se paralizo, su rostro enrojeció de manera exagerada.
El calvo en sus días de soledad aprovecho bastante bien la soledad y realizo una búsqueda exhaustiva de pornografía o al menos eso podía notar en cada pestaña un video pornográfico distinto y muy variado. Iba desde gay porn hasta BDSM.
Por un momento paso por su azorada mente, la imagen de su sensei masturbándose mientras veía esa clase de material, si lo pensaba eso era muy sensual en su imaginación. Respiración errática, desnudo y con su mano masajeando su enorme miembro, ahora solo tenía una duda ¿Lo imaginaba cada que se tocaba? Deseaba que así fuera.
Su cuerpo estaba acalorado, su rostro sonrojado y aquel nuevo aditamento que se encontraba debajo de sus ajustados jeans se encontraba algo despierto. Dolía un poco estar apresado, se quedo pensativo esperando decidir que sería bueno hacer "Es probable que sensei tarde o esté a punto de llegar" ¿Qué diría su sensei si lo veía tocándose de esa manera? Busco en su máquina portátil, clickeo en unos albums y abrió sus pantalones, liberándose del torturador encierro. Observo esa imagen y suspiro, el tenia un pequeño secreto y era el tomar fotos de su amado sensei sin que él se diera cuenta, entre esas fotos tenía unas cuantas donde su amado se encontraba desnudo y cubierto de sudor, después de una de sus tantas veces cojiendo.
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Robot Fucker
FanfictionSaigenos Mucho Lemon (Incluye BDSM y cualquier cosa que se me pueda ocurrir)