Robot Fucker

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No solía hacer ese tipo de búsquedas e investigaciones sobre cosas no muy comunes para él. Pero ¿que se podría considerar común desde que inicio su relación con Genos? Toda esa cuestión de pareja logro avanzar de una manera casi exagerada y cuando tenían esos encuentros íntimos tan candentes, se desconocía bastante. Ahora que lo pensaba muy bien, todos esos encuentros y el inicio de su vida sexual, fue gracias a la persistencia o más bien necedad con la que actuaba Genos y el no había movido ni un dedo, limitándose a disfrutar el momento de manera egoísta. Nunca se coloco en el lugar de su amante, cayendo en cuenta del posible estrés que probablemente cargara el rubio para darle un "picor" extra a toda su extraña relación.

Sentía un poco la culpa y estaba dispuesto a tomar el mando de sus encuentros al menos una vez. Todas esas cavilaciones lo llevaron a ese lugar y a esa extraña búsqueda, suspirando fastidiado, mientras internamente deseaba acabar con esto lo más rápido posible he ir por las ofertas del día.

Entro con paso lento, admirando la extrañeza del lugar. Un ambiente pesado lo recibía de golpe, cargado de humo de tabaco y música estruendosa, no era un lugar que frecuentara y solo fue unas cuantas veces antes de volverse un super héroe, en esos momentos de soledad que lo llegaron a invadir y que algunas veces logro quitarse de encima con la compañía de alguna mujer. Tenía que ser rápido, se dejo perder entre las vulgares cortinas de terciopelo rojo.

No esperaba que esa reparación tomara tanto tiempo, según sus estimaciones sería algo rápido que no evitara la eficiencia en el hogar y ahora iba bastante retrasado para preparar la cena a su sensei. Desde que su relación inicio, a él le fascinaba preparar los alimentos, más que cuando solo eran "maestro y discípulo", ahora era el gusto por mimar a su amado con la comida que más le gustara.

Entro rápidamente avisando que había vuelto a casa, siendo recibido por el saludo amable de Saitama. Como esperaba, su sensei ya había preparado todo lo necesario para la cena, sintiéndose un poco mal por haberle fallado en ese momento.

-Lamento la tardanza- como todos los días, agacho la parte alta del cuerpo en señal de disculpa.

Saitama negó divertido, no importaría el tiempo que llevaran juntos, a Genos nunca dejaría esa rara costumbre de tratarlo como si fuera algún superior. Le agradaba ese trato, no podía negarlo.

Sirvió los platos en la meza y le pidió al rubio que lo acompañara a comer, dio una rápida ojeada al reloj cerciorándose de que aun tuvieran tiempo de comer e ir al lugar sorpresa que le tenía preparado a Genos.

Al terminar los alimentos, genos trato de compensar su "falla" lavando los platos de la cena, siendo detenido por el calvo.

-Tenemos que salir, deja eso para después- Tomo su mano con delicadeza, ayudando a que se quitara aquel delantal rosa. Ambos salieron con calma y en silencio, caminando por aquellas desoladas calles, ambos tomados de las manos como pocas veces podían hacerlo. Genos tenía la duda marcada en su rostro, no sabía si era adecuado preguntar o simplemente dejarse llevar.

Como si Saitama pudiera leer su mente, volteo a ver el bello rostro del rubio dedicándole una de sus bobas sonrisas, no existió mas duda y solo se dejo llevar. Llegaron a una zona que era por demás conocida, entre esos callejones angostos y oscuros, estaban los negocios "No legales" de esa ciudad y que muchos frecuentaban para librarse del estrés de su día a día.

La confusión crecía a cada paso que daba entre esos desolados callejones, "¿Qué hacían en esa zona?" "Se supone que son héroes y este lugar está lleno de actos ilegales" su cabeza daba vueltas. Llegaron a la entrada de una casa que a simple vista lucia como cualquier otra, la fachada era tan aburrida que bien pasaría muy desapercibida, lo único que la delataba era la estruendosa música que se filtraba por las paredes y hacia retumbar los cristales de las ventanas.