Capítulo 3 "Inconvenientes"

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–Una vez más … Tania … Siento mucho el que no haya podido venir ayer como prometí, en serio no tengo la cara para pedirte que me perdones… nunca quise defraudarte… te pido que me perdones… si en tu corazón lleno de bondad hayas un poco de perdón, te prometo que no se volverá a repetir. –Me susurraba a mí mismo.

“¿Cómo es que llegue a estar en este problema?”

–Lo único que quiero es escuchar de tus palabras que me perdonas… solamente eso… si no quieres verme te sabré comprender….

“Si me pregunta por qué no vine cuando me llamó… ¿Estará bien decirle la verdad?... ¿Será que se enoje al decirle que la dejé por ayudar a un extraño?... ¿Qué debo hacer?... ¿Qué puedo decirle para que no se enoje?”

Así es… este era un gran problema…  Sin importar de donde lo vea, yo era el único culpable… concentré toda mi atención en Eder y dejé a Tania sola… Sin embargo no me queda más que atenerme a lo que Tania me diga… Solo espero que pueda llegar a perdonarme… lo más curioso del caso es que no estoy arrepentido… ¡NO! NO PUEDO ARREPENTIRME… lo que hice fue lo correcto… si no me hubiera olvidado de Tania por un momento no hubiera sido capaz de ayudar a Eder, y pese a que es casi un extraño el necesita de mi ayuda.

“Me pregunto cómo le irá a Eder en este momento, le insistí que se quedara un tiempo en mi casa en lo que el encontraba algún pariente con quien quedarse o algún trabajo del cual pueda valerse por sí mismo… pero me insistió en ir nuevamente en casa de su padre por unos documentos, le dejé una copia de mis llaves para que pueda entrar cuando llegase… solo espero que le haya ido bien…”

En ese preciso momento toqué el timbre… y en seguida se escuchó ese tono tan conocido… ese sonido que me ponía aún más nervioso... la tarde estaba fría… tan fría que podía ver mi aliento salir de mi boca… tan fría que mis manos empezaban a temblar… o tal vez no temblaban por el frio… hay la posibilidad de que temblaran por lo que está por acontecer, o mejor dicho por lo que no sé qué es lo que pasará.
De pronto un sonido más contundente se escuchó dentro de la casa de Tania… y poco a poco escuché como la puerta se iba abriendo, así que me di la media vuelta para poder ver a Tania de frente desde el momento en el que abriese la puerta…

“¿Qué clase de gesto tendrá el rostro de Tania ahora que habrá la puerta y vea que soy yo?” era lo único que pensaba…

– ¡EMMANUEL! – Me dijo casi gritando. – Que bueno que apareciste… te extrañé muchísimo… ¿Dónde andabas? – Decía con una gran sonrisa en su cara.

“¿Será esto posible? ¿Qué es lo que ha sucedido? ¿Por qué no está molesta?” Era lo único que pasaba por mi mente... "Espero que todo resulte bien"

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Una tarde como ninguna... Contando hoy ya han pasado ya 3 días desde aquel incidente... "¿Que cara pondrá al verme? ¿volverá a gritarme? ¿Me insultará? ¿Si quiera me dará la cara?" Era lo único que pasaba lo mi cabeza... Con cada paso que doy me acerco más y más a descubrir la respuesta a esas preguntas..

De pronto, una pequeña brisa sopla desde el oriente  hasta el occidente, poco o poco el frío se hace más notorio y con cada paso siento una fuerza incrementándose sobre mis hombros... Como si la gravedad se incrementara proporcionalmente a los pasos que avanzo, mi garganta se siente seca, mis manos sudan... Mi cabeza esta hecho un revoltillo, en mi estomago siento un enorme abismo que no puede ser llenado con nada, mis dedos tiemblan, empiezo a sentir como mis piernas empiezan a flaquear... Como si estuviera escribiendo mi propio epitafio.

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⏰ Última actualización: Jul 30, 2016 ⏰

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