Perks of being friends {Nachoela}

CAPITULO III. parte seis.

-No, claramente. –Contestó Nacho, bloqueando el celular. -Y si hubiese estado durmiendo, me hubieses despertado así que no sé por qué te tomás la molestia de preguntar.

-Me estás empezando a preocupar. –Respondió, ignorándolo. Entró al dormitorio y cerró la puerta.

-¿De qué hablás? –Cuestionó Nacho, confuso.

-Parecés de una novela. –Dijo inspeccionándolo; su hermano lo seguía mirando extrañado. -Estás por dormir con esa remera sólo porque la usó Mica el otro día.

-Nada que ver, Rama. –Contestó, luego de sentir que el calor subía a sus mejillas al ser descubierto. -Hoy está fresco, y era la primer remera a mano.

-Dale, Nacho... a mamá mona con bananas verdes no.

-Bueno, que se yo... -Suspiró Nacho, algo frustrado. -... No sé qué me pasa, antes lo podía controlar.

-No lo puedo creer. –Sonrió Rama, sentándose en la cama. -Se enamoró la persona que pensé que nunca lo iba a hacer.

-No digas esa palabra, por favor. –Lo frenó, cerrando fuertemente los ojos, como intentando borrar de su disco duro lo que su hermano acababa de decir.

-¿Qué palabra? ¿Amor? –Lo miró, divertido. -¿Por qué no? Si es la verdad, estás enamorado.

-Ramiro, te juro que no es gracioso. –Nacho lo miró, serio.

-Bueno, está bien, perdoname. –Se enderezó. -La verdad es que yo creí que te gustaba, pero se ve que es más que eso. ¿Qué te pasa con ella? –Dejó de lado las bromas, para escucharlo. Como siempre hacían el uno con el otro.

-No sé, es algo horrible. –Se afligió Nacho. -Quiero estar todo el tiempo con ella, y ya sé que pasamos mucho tiempo juntos, –Aclaró antes de que su hermano dijera algo. -pero mis ganas de estar con ella van mucho más allá del límite de lo normal. A veces me dan ganas de abrazarla sin motivo alguno, pero me aguanto porque sé que no da. Me hace demasiado bien estar con ella, me escucha, me hacer reír, me acepta como soy, no me juzga; está conmigo cada vez que la necesito. Ni hablemos de lo linda que es... es tan perfecta, en todo sentido. –Soltó en un golpe de sinceridad.

-Entonces no es algo horrible lo que te pasa, Nacho. –Reconfortó Ramiro, luego de sonreír un poco asombrado por semejante confidencia. -Es lindo.

-No, no es lindo. No es lindo porque nunca va a ser algo más que amistad. Es horrible saber que las cosas nunca van a cambiar.

-¿Por qué decís que nunca va a ser algo más que amistad? ¿Se lo preguntaste?

-Obvio que no, pero vos ya la conocés a Mica, ¿hace falta que yo te diga que no le pasa nada conmigo?

-Justamente porque la conozco a Mica te lo estoy diciendo. A ver Nacho, no nos hagamos los boludos; no hay que ser muy inteligente para notar que ella tiene algo especial con vos. –Se acomodó. -Si le pasa algo, quiere hablar con vos. Si quiere salir, te pide a vos que la busques. Si está borracha, te pide que duermas con ella. –Usó el dedo pulgar, luego el índice y por último el mayor para enumerar las razones. -Y así, millones de cosas más.

-Puede ser, probablemente yo sea su mejor amigo; pero es porque la conozco hace más tiempo que el resto de los chicos, ella y yo tenemos mucha confianza. –Explicó.

-¿Y yo? –Cuestionó Rama. -Yo la conozco hace exactamente la misma cantidad de tiempo que vos. Sin embargo ella no es conmigo como es con vos.

-Bueno, que se yo... vos y yo somos diferentes. Eso no quiere decir nada. –Resumió.

-Por favor, no te hagas el tonto. –Pidió Ramiro. -Si vos no te animás a decirle lo que sentís, está bien. Pero no digas que es imposible que ella sienta lo mismo que vos cuando los dos sabemos perfectamente que no es imposible.

-Basta Rama, no me voy a ilusionar por pavadas.

-No son pavadas. –Contrarió. -¿Hace cuánto te pasa esto con ella?

-No sé, seguramente hace mucho. –Admitió Nacho. -Pero últimamente se me está haciendo muy difícil reprimirlo. Creo que el pibe del boliche fue el detonante. –Dijo, luego de pensarlo. -En su momento me aguanté a cada uno de sus novios; primero a Mauro, después a Lucas. A pesar de que no me caían bien, podía soportarlos. Ahora no sé qué me pasa, me molesta el sólo hecho de que haya salido a cenar con ese tipo.

-Bueno, y entonces ¿por qué no hablás con Mica? Decile lo que te pasa. –Sugirió Ramiro. -No perdés nada con intentarlo.

-Sí, puedo llegar a perder mucho. Ella y yo hablamos el día que nos enteramos de lo de Pau y Paio; me dijo que ella nunca podría fijarse en un amigo, mucho menos arriesgar una amistad por algo como eso.

-No deberías comparar una charla basada en una situación hipotética con algo real. –Aconsejó. -Pero bueno, yo no te voy a obligar a que hagas algo que no querés. –Se levantó de la cama. -Lo que sí te digo es que lo de hoy no puede volver a repetirse. Si vos no querés decirle lo que sentís, por el motivo que sea, entonces no tenés derecho a enojarte con ella o a no hablarle, porque no se lo merece. Ella es libre de salir con quien quiera, y la única manera de que eso pueda llegar cambiar, es que le digas lo que te pasa. Si no lo vas a hacer, entonces te la vas a tener que aguantar y sin protestar. –Fueron sus últimas palabras, antes de darle un par de palmadas reconfortantes en el hombro, y salir del cuarto.

Nacho se quedó unos minutos sentado en su cama, repasando en su mente lo que Ramiro le acababa de decir. Las palabras de su hermano fueron duras, pero muy ciertas. Él estaba de acuerdo con todo lo que su hermano le dijo; Micaela no tenía por qué recibir algún tipo de maltrato, este era un problema de él. Desbloqueó su celular, en el cuál todavía estaba abierta la conversación que mantenía con su amiga. No, no es verdad. Nos vemos mañana, escribió y envió. Dejó su celular en la mesita de luz, y se acomodó para dormir, todavía envuelto en el riquísimo aroma del perfume de ella que desprendía la remera.

Casi casi me olvido de actualizar; debe ser el shock de lo que pasó en combate ayer... soy la única que sigue soprendida de que vigna se haya ido? Jajaj, igual obvio no me iba a olvidar de subirles esta parte si ustedes son las mejores lectoras!! Gracias gracias, voten, cometen, lo que quieran :) Besos!