Un Poco de Piedad 《Elounor》[Terminado]

Parte Cuatro.

-Hola, mejillitas sonrojadas, dime... ¿A que hora llegaras? Porque si, Eleanor... Esta belleza irá a recogerte...-

La energía en la voz de su mejor amigo no le quitaba aquella expresión de tristeza.
Max continuaba hablando sobre todo lo que harían cuando Eleanor volviera a casa.

Maximilian siempre fue unido a ella, y fue una gran casualidad o destino que él la llamara en este momento.

Eleanor estaba tumbada en el sofá. No se había movido de esa sala desde que Louis se fue. Debía tener un aspecto terrible, pensó. Los cabellos revueltos, el maquillaje corrido y ni hablar de las ojeras.

-Eleanor...-

-¿Si, Max?-

- Te pregunté a que horas llegarás hoy...-

-Por la tarde.. -

Max quedó en silencio unos segundos. Podía sentir cierto peso en la voz de su amiga.

-¿Qué te sucede? ¿Estas bien?-

La castaña quizo llorar en ese instante, otra vez. Quería contarle todo a su amigo, pero sentía que se rompería por dentro si lo hacía.

-s..si-

La voz rota y las lágrimas. Una Eleanor que Max nunca se imaginó. Una Eleanor que se esconde detrás de un teléfono.

-¿Sabes que te quiero, verdad?-

Una sonrisa apareció en su rostro y agradeció al cielo por darle un amigo tan especial como Max.

-Y yo a ti.-

-Llámame cuando tomes el avión.-

-De acuerdo.-

-Te recibiré con un Latte de Starbucks...-

-Te amaría aún más si haces eso.-

-Tengo tu amor en mis bolsillos...-bromeó-Debo irme, Els...te quiero, adiós.-

-Adiós.-

Eleanor tiró su teléfono a un lado y suspiró. Estaba cansada y con ganas de morir. Sus ojos ardían y la garganta palpitaba.

Quería contarle a Max lo sucedido hace unas horas, debía hacerlo.

Tomó una bocanada de aire y se puso de pie. Caminó hasta la habitación y la melancolía volvió a ella cuando observó la cama desecha, Louis estaba allí hace casi nada.

Se recosto sobre las sábanas y las abrazó, tratando de recuperar algún tipo de esencia de... él.

Cerró sus ojos unos momentos y suspiró. El corazón palpitaba lentamente y la cabeza le dolía.

Se sentía rara. Una parte de ella ya no estaba. Y eso dolía.

Tomó la tablet Blanca que se encontraba en una de las mesitas de luz y abrió su correo.

Buscó el nombre de Max y comenzó a escribir:

"Miércoles, 11 de marzo del 2015
09 : 04 a.m.
U.K.

Querido Max..."

Fin.