Recuerdos... (Cap. V) 1/2.

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A la mañana siguiente desperté mirando hacia la ventana, el cielo estaba gris, como a mí me gusta. Me levante y me dirigí hacia el baño, me duche tratando de poder despejar mi mente por lo que ocurrió anoche, al terminar me pongo algo cómodo y bajo hacia la cocina en busca de comida, al llegar a la cocina veo que en el refrigerador hay una nota, la tomo y la leo:

"Buenos días pequeña, Samuel y yo salimos hacer unas cosas, llegaremos más tarde. Te dejamos el desayuno en el horno, Cuídate. Rubén."

Deje la nota en la mesa y fui hasta el horno a buscar mi desayuno -Panqueques!- Dije emocionada tomando mi desayuno, tomo un poco de jugo de naranja y camino hasta el mueble de la sala y pongo una película mientras desayunaba. Al terminar mi desayuno lave mi plato y fui a buscar mi suéter favorito de un Panda, me lo puse y decidí salir de la casa, me quede en la puerta unos segundos mirando el bosque, respiro profundo sintiendo el frio en mi cara, como extrañaba esto. Comencé a caminar adentrándome en el bosque, al instante sentí un cosquilleo en mi espalda, sentía que alguien estaba detrás de mí, gire pero no había nadie luego recordé del tipo que me llamo anoche, no pude evitar sentirme un poco asustada así que metí mis manos en los bolsillos de mi suéter sacando dos pequeñas navajas que tenía guardadas por protección, continué mi camino volviendo a guardar las navajas.

Camine por unos 20 minutos hasta que por fin llegue a mi pequeña cabaña que tenía aquí en el bosque. Me acerque a la puerta para abrirla pero estaba con llave, me agache un poco levantando un pedazo de madera dejando ver una pequeña cajita, la abrí y allí se encontraba la llave, deje todo como estaba antes y abrí la puerta, al entrar cerrando la puerta detrás de mi camine lentamente mirando la cabaña, todo estaba como antes solo que con mucho polvo, era muy simple, no tenía cocina, ni muebles, ni televisión nada, solo una pequeña habitación en el piso de arriba, en el piso de abajo en la habitación principal estaba una silla, una bañera y un closet nada más, al lado de la puerta de la habitación se encontraba una mesa algo grande con una tela blanca sobre ella tapando las cosas que tenía la mesa, me acerque a la silla mirándola caminando alrededor de ella tocando su espaldar.

Millones de recuerdos llegaron a mí de todas las cosas que hacía en esta cabaña, de todas mis victimas que torturaba hasta que morían, camine hasta la mesa y quite la tela blanca dejando ver jeringuillas, cuchillos, clavos, martillos, cuerdas etc. Estaban limpios, tome uno de los cuchillos grandes mirándolo, gire a ver la pared la cual tenía una especie de circulo blanco y en el medio de este otro rojo, me pare firme mirando el círculo rojo levantando el cuchillo listo para lanzarlo, quería probar si aún tenía puntería, respire profundo cerrando los ojos y con todas mis fuerzas lance el cuchillo hacia el círculo rojo clavándolo en el medio, abrí los ojos observando el cuchillo en la pared, una media sonrisa se dibujó en mi rostro mientras sacaba el cuchillo de la pared, volví alejarme un poco y me detuve dándole la espalda a la pared, rápidamente giro lanzando de nuevo el cuchillo dando en el medio del círculo, sonreí otra vez y continué haciendo lo mismo por un rato.

Al cansarme dejo el cuchillo donde estaba y decido subir al segundo piso, camino hasta la habitación, solo tenía una pequeña cama y una ventana, me acerque a la ventana sentándome en un pequeño mueble que tenía esta, levanto unos de los cojines y ahí se encontraba mi libro favorito "Ángeles en la Nieve" de James Thompson, le limpie un poco el polvo que tenía y comencé a leerlo un rato quedándome dormida.

Desperté y ya era algo tarde así que decidí volver a casa, salí de mi cabaña rumbo a casa, de seguro los chicos deben estar preocupados. Ya todo se volvía oscuro y sentía que alguien me seguía mire a todos lados pero no vi a nadie, seguí mi camino. Al terminar de salir del bosque vi que las luces de la casa estaban encendidas eso era señal de que los chicos ya habían llegado, camine hacia la casa y entre.

O Sobrevives... O Mueres...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora