Capitulo 3 "A la fuerza"

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Puse play a la música y comencé a recoger mi pieza, con un trapo en mi mano y el rociador en la otra

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Puse play a la música y comencé a recoger mi pieza, con un trapo en mi mano y el rociador en la otra.

Yo Gotti invadió mis oídos con Down in The DM, haciendo que deletreara la canción con mi boca. Mientras meneaba mi cintura y rapeaba un poco limpie mi escritorio. Alguien toco la puerta y segundos después entró mi madre, yo puse pausa a la música.

—¿Si? — pregunte mientras seguía limpiando, arreglaba mi maquillaje y algunas que otras cosas de los estudios como lápices o bolis.

—Lola llego... Y con muchísima comida — comentó riendo un poco. Reí yo también y asentí.

—Dile que ya bajo — le guiñe un ojo y agarre un short, me lo puse y baje casi corriendo las escaleras. Mi madre tenía razón llego y con muchísima comida, mordí mi labio al ver un pote de nutella.

—Esas son buenas amigas — comente mientras tocaba mi pecho y cerraba los ojos. Lola río.

Abrió la caja de pizza y después un pedazo. —¿Acaso no vendrás a comerte estas deliciosas creaciones de dios?

Arquee una ceja y corrí a su lado, prendí la televisión y puse nuestra serie favorita Pretty Little Liars. La vemos desde sus inicios y jamás nos cansamos de cómo las chicas son acosadas por A.

Mi favorita siempre fue Aria o Hanna y la de Lola de toda la vida ha sido Emily. Por dios esa actriz es tan hermosa.

Introduci en mi boca una cucharada grande de nutella y pensé un momento. —¿E one acaste plata?

—Encontré trabajo por fin, en una guardería — comentó echándose una fritura a la boca.

—¿Cuidando niños? — fruncí el ceño, yo no era que odiaba a los niños pero tampoco me encantaban como a Lola.

Asintió y yo levanté los hombros, volví a meter una cucharada grande a mi boca. —Deberías ir conmigo a cuidarlos un día, para demostrarte que no siempre es horrible cuidar niños.

Yo largue una grande carcajada y aplaudí mientras pataleaba en piso. —No.

—Ok, entonces el viernes irás a la guardería a ayudarme a cuidar a los nenes — yo me golpeé la frente y negué.

—Te ayudaré solamente si me vas a pagar — comente tacañamente mientras tocaba mi barbilla.

Lola arqueo su ceja y pensó un momento. —Te pago veinte dólares.

—Cincuenta.

—Veinte.

—Sesenta.

—Treinta.

—Sesenta.

—Cuarenta y cinco.

Dangerous woman || OrianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora