Capitulo 5 "Hay que volver"

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Toda la tarde me la pase jugando, charlando y cantado con Taylor. Ella me hizo cambiar la forma de ver a las niñas; ahora tenía otro punto de vista completamente diferente. Quiero una niña y niño cuando sea grande. Tener niñas no es tan difícil al parecer como me explico Taylor. Su mamá le explicaba siempre lo que es el madurar y el ser independiente de sí mismo.

Ya las siete cuarenta tocaron la puerta y deje a Taylor dibujando en su cuaderno de dibujo, abrí y sentí un bajón en mi estomago al ver a Julián al otro lado de la puerta, el también se sorprendió de verme ya que sus ojos se abrieron como platos. Yo espere que dijera algo pero al parecer le comió la lengua el ratón.

—¿Por quién vienes? — le pregunte al final, Julián miro atrás de mí y como no vio a Taylor regresó su vista a la mía.

—Por Taylor, ¿qué haces aquí? — pregunto.

Yo sonreí y dije: —Solo estoy cubriendo a Lidia, tranquilo que no envenene, lastime o alguna otra cosa a Taylor, esta perfecta.

—Ok, entrégamela ya que tengo que hacer algo más importante — musitó molesto y yo gire los ojos, camine hacia dónde tenía las cosas de Taylor y las fui juntando poco a poco hasta que siento que alguien jala de mi blusa, volteo y veo a Taylor. Me agacho a su altura.

—¿Volverás a cuidarme? — mi corazón se hizo añicos y yo negué. Taylor me abrazo y yo le correspondí el abrazo. —Eres una de las mejores niñeras, quiero que tú me cuides toda la vida.

—Tal vez algún día nos volvamos a reencontrar, no te preocupes — le dije y arregle las trenzas que le hice hace rato. También arregle su ropa y limpie un poco su cara con mi manos. Agarre su pañalera y camine con ella de la mano hacia la puerta. Cuando vio a Julián bufo molesta y agacho la cabeza, al parecer a Taylor no le gustó mucho que haya venido el por ella.

Julián cargo a Taylor y le entregue su pañalera, sin decir ninguna palabra se la llevó y yo cerré la puerta suspirando. Camine hacia la zona donde estaba Lola con los tres niños que quedaban pero no dejaba de pensar en Taylor y lo bien que la pasamos este día. Espero volver a poder cuidarla otra vez. Toque varias veces en el marco de la puerta y Lola poso su mirada rápidamente en la mía.

—¿Ya se fueron las niñas? — me pregunto y asentí sonriendo.

—¿Necesitas ayuda con alguno? — pregunte y Lola negó.

—No, los dos bebes están dormidos y solo este pequeñín está en proceso. Aparte sus mamás están a punto de llegar — comentó y levante los hombros. Me senté a un lado de ella y me miró. —¿Cómo la pasaste con las niñas?

Suspiré y dije: —Bien, con Katia y Lucia no batalle casi nada y con las que más batalle fueron con Regina, Paulina y Cinthia.

—¿Y Taylor? — pregunto mientras meneaba al niño en sus brazos yo miré al suelo triste y Lola lo noto. —Te encariñaste con ella, ¿cierto?

Yo asentí y Lola negó. —Se fue hace ocho minutos y ya la extraño demasiado.

—Eso es típico de ella, todas las que trabajamos aquí la adoramos. Es una niña súper especial para nosotras — yo asentí y mire todavía el suelo un poco desanimada. Sin duda me había encantado este día.

Y todo gracias a Taylor.

(...)

Llegue a la entrada de mi casa después de caminar por cuarenta minutos de la guardería hasta aquí. Solo quería una cosa y esa era; mi cama. Quiero averiguar lo calientita que debe de estar ahorita mismo ya que afuera está haciendo un frío del demonio.

Dangerous woman || OrianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora