pins ¡! billdip [gf2]

5.

Bill's POV:

Todavía no me creo el hecho de que Dipper me haya echado de su casa ayer, me podía ir yo solo. No era necesario que me sacara a patadas.

Ahora nos encontrábamos en clase de geografía. Dipper no estaba allí, así que tuve que sentarme al lado de Tomás, otro compañero. En ese momento, como si lo hubiera invocado, Dipper pareció por la puerta como un rayo. El profesor lo miró con el ceño fruncido y lo hizo parar antes de que se sentara.

-¿Por qué ha llegado tarde, señor Pines?-dejó el marcador sobre la mesa de madera y se cruzó de brazos. Dipper se limitó a suspirar y bajar la cabeza, supongo yo, apenado.

-Me he quedado dormido.-contestó en un tono bajo, pero no lo suficiente como para que no lo escucháramos. 

-Está bien.-afirmó asintiendo.-Vaya a sentarse, pero que no se vuelva a repetir.-Dipper solo asintió y observó el lugar en un lugar vacío. Su mirada paró en mi. Me observó con el ceño fruncido para luego alzar una ceja en dirección a Tomás.

Me encogí de hombros e hice un ademán con una mano para que entendiera que luego le explicaba. Él se cruzó de brazos y caminó hacia un asiento vacío a un lado de Marco. Volví mi mirada hacia al frente, pero al darme cuenta de lo que pareció ser una escena de celos, volví mi mirada a Dipper con los ojos muy abiertos. 

Él me miraba de brazos cruzados y el ceño fruncido. No podía asegurarme de que eran celos, pero sí que él estaba molesto conmigo. Arranqué un pedazo de hoja y escribí la única duda que tenía en mente; "¿estás celoso? -Bill"

. Se la pasé a Tomás para que se la pasara a Dipper. Una vez que la nota llegó a él y la leyó, escribió algo en ella y la pasó hacia mi de nuevo. Abrí el pedazo de papel arrugado para leer su respuesta.

"¿Qué te hace pensar eso? -Dipper".

"No lo sé. Quizás tu cambio de humor repentino, duh.-Bill".

Le volví a pasar la carta y él a mi.

"No fue por eso.-Dipper".

Rodé los ojos y le iba a contestar, pero una mano en mi banco me hizo alzar la vista del pedazo de papel. El profesor me miraba enojado, desviaba su mirada hacia Dipper y luego volvía a mí. Esbocé una sonrisa inocente, tratando de aligerar el ambiente. Él extendió una mano hacia mi. Me di cuenta de que quería la nota. La arrugué y se la di sin chistar.

-Hagan el favor de ir a la dirección, ¡y ni una palabra!-exclamó enojado apuntando hacia la puerta. Guardé todo en mi mochila y salí del salón, escuchando las pisadas de Dipper detrás de mi. Una vez afuera, escuché un bufido de su parte. 

-Por tu culpa, ahora nos mandan a dirección y ¡tendré una observación, Bill!-se agarró del cabello y lo tiró hacia arriba.-Te odio.-me empujó de lado, pero apenas me inmuté.

-Sabes que no es así.-él alzó una ceja.

-¿Por qué crees eso?

-Sino no te hubieras puesto celoso en la clase.-miré hacia la pared blanca que estaba frente a nosotros, reprimiendo una risa.

-¡No estaba celoso, joder! Además, tú me mandaste la carta.-se cruzó de brazos arrugando su nariz, me pareció un gesto adorable. Todo de él lo era.

-¿Cómo no hacerlo al ver tu expresión? ¿Ah?

-¿Por qué no me lo preguntaste a la salida?

-No lo sé.

Soltó una carcajada al momento que llegábamos a la dirección. Toqué la puerta recibiendo un "pase" por parte del director. 

Una vez adentro, el director me miraba y se reía, hasta que vio a Dipper a mi lado. Luego su semblante cambió a uno serio y me miró enarcando una ceja.

-¿Qué has hecho para que él esté aquí?-me preguntó señalando a Dipper.

-Solo pasábamos cartas.-sonreí con inocencia.

-No diré nada. Eres tan mala influencia para él, pero son amigos y no los separaré por algo tan insignificante.

Eso es lo que diría si esto fuera un libro o una película, ahora volvamos a la realidad y escuchemos lo que el director tiene para decir.

-¡Bill Cipher! ¡Eres tan mala influencia para Dipper! ¡Dentro de la institución escolar no podrán hablarse hasta que usted no mejore su comportamiento!

Abrí mis ojos a más no poder al escuchar esas palabras. Miré a Dipper, quien estaba igual o peor que yo, aunque no lo creo. El director se cruzó de brazos y me indicó que saliera de allí mientras él se quedaba conversando con Dipper sobre otro temas.

Salí de allí gruñendo y con un nudo en la garganta que ni trecientos vasos de agua podrían desenredar. Dipper salió luego de unos minutos en los que me pasé enredando mis dedos entre sí. Me acerqué a él corriendo, pero él sólo puso una mano que nos separó.

-No, Bill. El director dijo que no podíamos hablar aquí adentro y así lo vamos a hacer. Ahora tú te vas por allí...-dijo señalando hacia la derecha.-...y yo por allá.-esta vez señaló la izquierda.

Solté un bufido con un asentimiento. Cuando algo se le metía a la cabeza no podía sacárselo más, pero todavía quedaba la opción de las cartas y hablar luego de las clases.

Comenzó a caminar hacia el otro lado del pasillo, justo cuando el timbre sonó, y su figura se perdió entre el montón de gente.