El trato

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Subí y abrí la puerta de nuestra casa.

- Demian, ya llegue.- le grite.

- ¿Demian?

La casa estaba vacía, no había nadie excepto yo, lo busque y no lo encontré, decidí llamar a la escuela.

- Escuela secundaria, ¿que se le ofrece?- me respondió una mujer en el teléfono.

- Si, quisiera preguntar por Demian Regim.

- Mmm, Demian Regim...

- ¿Está todo bien?

- Lamento comunicarle que Demian tuvo un accidente en la hora de receso, tratamos de comunicarnos a su casa pero no contestaban el teléfono... él está en el hospital central.

En ese momento sentí un vacío y una tristeza incomparable, sentí que mi mundo se iba cada vez más, colgué y corrí directo al hospital.

No podía pensar en nada más que en él, que no fuera nada grave... corría y mis ojos se llenaban de lágrimas al pensar lo peor.

Corrí y entre al hospital, corrí con la recepcionista.

- Oiga... Demian... donde esta Demian... Demian Regim.

- Demian... -la gacela reviso los archivos y saco uno con el nombre de mi hermano. - está en el tercer piso cama 49, pero no puede pas... ¡oiga!

Sin pensarlo corrí por los pasillos del hospital, con la esperanza de encontrarlo.

Corrí hasta el tercer piso, escalón por escalón, doble por un pasillo con los ojos de los enfermeros mirándome, mire por la ventana de fuera de la habitación... estaba en una camilla con un respirador en la boca conectado a una maquina "Demian... que... que demonios te pasó..." decía en mi mente mientras lloraba.

Trate de abrir la puerta cuando un lagarto me impido el acceso.

- No puede pasar.

- ¡No entiende, soy su hermano! ¡EL ME NECESITA!

Trate de quitarlo, pero un oso dos veces más grande que yo me tomo por la espalda.

- ¡aléjese de mí! ¡Debo estar con Demian!

Forcejeaba cada vez más, un enfermero más me sostuvo de un brazo, y le di una patada en la entrepierna y logre zafarme,

-No... se calmara... sédenlo. –dijo el lobo que me había tomado del brazo, tratando de levantarse.

Forcejee más, casi lograba zafarme cuando sentí un piquete en mi brazo derecho.

- ¡DEJENME!... bastardos... ¡Debo entrar!

De pronto un sueño extraño empezó, mis parpados se sentían pesados, me sentía débil.

- Suéltenme... debo entrar... Demian... por favor... Demian... Demian...

De pronto caí inconsciente al suelo.

No supe que había pasado, cuando desperté estaba en la sala de espera, estaba mareado, no sabía cuánto tiempo paso desde que estaba en ése pasillo, fuera de la habitación donde estaba Demian... no sabía nada.

Espere alrededor de 30 minutos cuando miré que un doctor iba saliendo, aun mareado me levante y le hable.

- Doctor... necesito saber... Demian... él está...

- El tuvo mucha suerte de haber llegado a tiempo, unos minutos más habrían sido fatales.

- El... está...

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