10. Breeze

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Corrí desesperado hasta donde ella se encontraba tendida en el suelo con la trenza despeinada y la frente cubierta por sudor.

-¿Estas bien? Lo lamento, no quería llegar a esto -Pasé una mano tras su espalda para ayudarla a levantarse, pero se movió bruscamente a un lado y permaneció sentada-

-¡ESTAS DESCABELLADAMENTE LOCO. PUDE HABER MUERTO! -Gritó levantándose-

-¡HEY LO LAMENTO! ¿¡SI!? ¡NO PENSE QUE FUERAS A CAER!

-¡AH NO!¡PORQUE NADIE NUNCA CAERÍA DE UN ÁRBOL RESBALOSO AL NO TENER NINGUNA CUERDA SUJENTÁNDOLE!¡PERDONA MI IGNORANCIA!

-¡¿SABES QUÉ?! ¡SUFICIENTE POR HOY!

-¿¡Y ES QUÉ ACASO QUERÍAS MAS!? ¡DEMENTE! ¡ME LARGO!

Y sin decir mas salió hecha una furia del salón. De seguro iba a su casa. Miré mi reloj, 6:33, va a anochecer mientras ella esté de camino. No puedo dejarla hacer eso.

-Espera. -La seguí- Yo te acompaño. -Salimos a los pasillos concurridos de agentes. Sky volteó hacia mi incrédula y sorprendida-

-Ni en un millón de años -Rió amarga- No es momento de ser caballero. Tienes que decirme que es una broma porque ni de chiste voy contigo a algún sitio.

-No es una broma -Continuó su camino a las escaleras- Estoy muy enojado contigo -Se detuvo en su sitio y cerró los puños tensándose sin voltear a verme- Pero es tarde para que vayas sola. -Se relajó y coninuó caminando- ¿Quieres que sea así? Pues así va a ser.

Caminé tras ella hasta la salida. Crucé a la derecha y ví como volteaba confundida al no sentir mis pasos tras ella. De seguro creía haberse librado de mi. ¡JA! Pobre... Tan solo iba por mi Preciosa Land Rover Dorada estacionada a una cuadra del edificio de la agencia para no levantar sospechas. Me subí a la camioneta y la encendí velozmente, me guié a través del pavimento intentando divisar a Skylar.

Y lo logré.

Caminaba por la acera abrazándose a sí misma. Afuera hacia frío. Bajé la ventana y me orillé para avanzar junto a ella. Inmediatamente volteó hacia mí confundida.

-¿Esta camioneta es tuya?

-Si. Sube, serás un cubito de hielo en un par de minutos.

-No tengo frío -Mintió disolviendo su "autoabrazo". En ningún momento paró de caminar- Y jamás subiría ahí contigo.

-Oh vamos, esta anocheciendo y es peligroso que vayas sola; además, parece que lloverá y la lluvia te asaltará a mitad de camino. -Me mantuve avanzando junto a ella en la camioneta-

-Da igual, el agua no va a hacerme daño de todas formas. -Una gota salpicó su nariz haciéndola fruncir el ceño-

-Skylar va muy en serio. Sube al auto. Vas a enfermarte.

-¿Y qué? Oh cierto, no voy a ser tan eficiente como lo necesitas. -Se burló imitando mi voz-

-Así que por eso estabas a la defensiva hoy, fue por lo que te dije. Mira no importa eso ahora. Sube a la camioneta y ni siquiera tendrás que hablarme. Conseguirás un chofer gratis, te librarás de la lluvia y el frío y no tendrás que caminar.

Ella se detuvo unos segundos a considerar lo que proponía. Luego de sumergirse un tiempo en sus pensamientos se acerco con cuidado al auto y abrió la puerta para subir rápidamente. Se colocó el cinturón de seguridad y se encogió un poco en el asiento dirigiendo inmediatamente su mirada a sus manos en su regazo. La detallé; su nariz y sus mejillas estaban irritadas por el frío, adoptando un color rosa suave. Encendí la calefacción bajo su mirada atenta sobre mis movimientos.

-Gracias -Pronunció notablemente aliviada-

-No hay de que ¿A tu casa?

-Si.

Unos cinco minutos de silencio invadieron la camioneta, algo incómodos debido a la tensión entre nosotros dos.

La mayor parte del recorrido lo abordé observándola cada vez que se me hacía posible.

(Skylar)

De acuerdo ya de por sí el silencio era bastante incómodo y aun así Chris estuvo mirándome cada vez que se detenía en un semáforo, cada vez que nos topábamos con una señal de alto e incluso cada vez que manejaba a baja velocidad. Frustrante.

-Voy a llamarte Breeze.

Preguntas como; ¿De qué hablas? O ¿Qué rayos quieres decir? rondaban mi cabeza, pero por alguna razón nada salió de mi boca. Mi mirada ni siquiera fue a parar a él. No quería aceptar nada de él, ni siquiera un apodo, sin embargo; este me hacía sentir tan cómoda y tan inexplicablemente reconfortada, que simplemente tuve que dejarlo pasar. El resto del camino transcurrió silencioso, finalmente se detuvo frente a mi casa. Bajé del auto, cerré la puerta tras de mi y caminé velozmente hasta la entrada ignorándolo por completo. Algo descortés, si; pero el había sido mucho mas descortés al haberme puesto en peligro de muerte. Entré e inmediatamente me quité los zapatos y subí a tomar un baño caliente. Justo lo que necesitaba. Estaba relajada en el jacuzzi cuando recibí una llamada. Sequé mi mano y tomé el celular. Era Megan.

-¿Meg?

-¡Sky! ¿Qué tal todo hoy?

-Terrible. Resumiéndolo... Chris me hizo caer de un árbol y ahora tengo una mano que sangra y un dolor de espalda terrible.

-Uhh, no suena para nada bien. Quería recordarte que mañana hay que ir temprano a la práctica de porristas.

-Meg, mañana es sábado, no hay práctica.

-Sabía que esto pasaría -Rió a través del celular- Mañana es el gran partido. A los ocho contra St. Peters Academy; además comienza la misión. Las porristas debemos ensayar a las 4:30. Lo olvidaste ¿No es así?

-Oh rayos, Meg... -Me golpeé en la frente por el evidente descuido- Se me pasó por completo. Gracias por recordármelo ¿Puedes buscarme para eso? Quiero que hablemos.

-Si, claro; yo quizá tenga algo que contarte también. -Dijo con un tono algo entusiasmado-

-Uhh, pues suena bien. Entonces hasta mañana.

-Seguro. Adiós.

Continué en mi zona de comfort por unos minutos mas y finalmente abandoné el jacuzzi para colocarme una pijama rosa que constaba de un suéter y un pantalón, me vendé la mano y adopté una posición cómoda bajo las sábanas para que el sueño me consumiera por completo.

Abrí mis ojos despacio al sentir un ruido molesto proveniente de mi ventana. Con cuidado me acerqué a ella y divisé a un perro ladrando al otro lado de la calle. Cielos, el cachorro de los vecinos no podía ladrar a otra hora... Me levanté estirándome cómodamente y observé la hora; 11:22 am. Bien, comería algo, tomaría una ducha, después me vestiría para luego almorzar y quizá llamar a Megan para pasar el rato juntas antes de la práctica... Nada mal.

Seguí mi rutina tal y como la había planificado y ya me encontraba esperando a Meg con una hora aun antes del entrenamiento para charlar. Dos toques en la puerta llamaron mi atención.

-Mejor amiga afuera. Será mejor que abras rápido, lo que tengo que contarte no es cosa de juego. -Pronunció con voz cantarina-

-Hola Meg -Saludé luego de abrir la puerta y observar a Megan usando su uniforme de porrista- Pasa -Señalé el sillón y cerré la puerta tras de mi para luego ir a sentarme en el confortable mueble junto a mi amiga-

-Bien, estuve todo el camino tratando de idear una forma de ser sutil al contarte esto, pero ¿Qué pasa conmigo? Soy una chica directa -Complementó sus palabras con sus típicos ademanes exagerados- Logan me besó.

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