Solo tú [Eremika]

Capítulo 2.

"Es claro que lo mejor
no es la caricia en sí misma
sino su continuación"

...

Mikasa entraba a paso firme en el edificio de su empresa, la compañía Ackerman de telecomunicaciones tenía su oficina en el centro de la ciudad en un lugar demasiado concurrido. La muchacha avanzaba con su semblante serio, parecía estar enojada pero al contrario de eso estaba analizando con cuidado como actuaria aquel día.

El objetivo era simple: tener sexo con Eren Jaeger y grabarlo en un video.

Nada complicado, no demasiado. Después de todo si algo salía mal, su hermano podría matarlo y listo. Si, él era algo sádico y gruñón por lo cual siempre defendió a Mikasa –a su manera-.

La muchacha salió del elevador rápidamente al estar en el tercer piso. Atravesó el pasillo mientras observaba como había mucho revuelo entre los contratados por su hermano, Levi. De hecho, ese piso estaba completamente a cargo de él mientras que el segundo y el cuarto se encargaba el padre de ambos, Kenny.

Cuando Mikasa llegó a la oficina de su hermano, ni siquiera se gastó en tocar la puerta simplemente entró sin importarle si interrumpía algo. Y no le iban a decir nada en aquella oficina puesto que después de todo nadie podía contradecir a alguno de los Ackerman, mucho menos en su propia compañía.

-¿Qué mierda quieres, mocosa? –cuestiono el azabache de veinticinco años, quien estaba sentado detrás de su escritorio tomando un té. El muchacho tenía una expresión seria mientras vestía un elegante y costoso traje negro, con una camisa blanca y una impecable corbata gris. Levi Ackerman no era tan alto como su hermana, más bien había heredado la altura de su madre. Él llevaba su cabello corto y liso, manteniendo rapadas las sienes y la nuca. Además tenía unos pequeños pero demasiado intimidantes ojos de color gris.

-Tenemos reunión ¿Lo olvidaste? –pregunto ella con un tono seco mientras se adentraba más a la oficina hasta llegar hasta una de las sillas que se encontraba contrarias a Levi. La azabache se sentó, para luego cruzarse de piernas y mirar de forma desinteresada la oficina, la cual no tenía nada particular ni siquiera alguna fotografía.

-Se pospuso –respondió de una forma ronca Levi, para luego darle otro pequeño sorbo a su té- Esto sabe cómo mierda.

Mikasa le sonrió con mufa al escuchar lo que él susurro. Al instante, Levi la fulmino con la mirada y ambos se estuvieron retando unos cortos instantes.

-¿Por qué todos tus hombres están como locos? –dijo Mikasa levemente enojada, puesto que se había apurado para llegar y ahora se enteraba que no tendría que haberlo hecho.

-Es día de limpieza.

Mikasa asintió con entendimiento, para luego levantar las cejas con ironía.

Su hermano, Levi Ackerman, había heredado algo de su madre además de la corta altura: ambos eran completamente obsesivos con la limpieza. Mientras que Mikasa y Kenny... bueno, ellos eran un tema aparte.

La azabache tomó una de las carpetas que tenía Levi sobre su escritorio, y este la miro con molestia por el hecho de que pusiera su sucias y asquerosas manos en sus cosas. Él bufó haciendo notorio su enfado, pero después de todo por lo general su hermana trabajaba a su lado entonces no podía impedirle que viera los archivos.

Levi se inclinó mejor sobre su asiento, acomodándose y volviendo su atención a los papeles que estaba firmando antes de ser interrumpido.

-¿Por qué cancelaron la reunión? –pregunto Mikasa queriendo entender quién era el culpable de esa decisión.