Dia Uno.

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Mi padre me dijo que ayer murió, pero esta ahí, sentado, en la cabecera de la mesa, como siempre, el patriarca, con su mejor traje y debajo del cuadro al que siempre le rezaba, no parece triste y mucho menos que menos muerto.

Él sonríe, una sonrisa muy discreta, apenas notoria, pero todos corren apurados y nadie parece notarlo.

Acaso nadie puede verlo?

Nadie más está sentado en la mesa, todos corren, huyen, lloran, él esta quieto, no dice nada, sólo observa, los ve, nos ve, todos están de negro, tristes, cansados, pero él no está muerto, sólo está callado, observando, esperando.

Mil doscientos catorce.

Trecientos Sesenta Y Cincon Días Y Medio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora