"PLASTIC LOVE" (Yaoi)

"Universos Paralelos"

Era un día normal en la pastelería "Mi Oso de Peluche". Andrés y Alexander descansaban en la barra del mostrador. Hacia ya cinco años que estaban casados y vivían tan tranquilos y felices.

-Nunca me imaginé estar así contigo, pero estoy feliz a tu lado, te amo.- Confesó Alexander y Andrés no podía estar mas sonrojado.

-Tienes ese absurdo poder de cambiar el color de mis mejillas, pero yo pienso lo mismo, jamas pensé que llegaría a casarme con mi sexy vecino.- Antes de que pudieran seguir con la charla, dos chicos entraron a la pastelería.

-Hola, mi nombre es Andrés, ¿en que puedo servirles?.- Preguntó con la misma amabilidad de siempre.

-Bueno... Queremos una rebanada de pastel.

-¡¡Yo quiero pastel de chocolate!!.

-Callate Max.- Regaño Alicio a su novio.

-No te preocupes Max, puedes pedir del sabor que tu quieras.- Comentó Alexander.

-Gracias.- Alicio y Max tomaron asiento mientras Andrés y Alexander los atendían.

-Te amo Alicio.- Soltó Max así de repente.

-Yo también Max, mi muñeco hermoso.- Alicio miro hacia todos los lados para fijarse que nadie los viera y le robo un beso a Max.

-¡¡Que románticos!!.- Exclamo Andrés, quien ya traía dos platos con las rebanadas de pastel. Alicio rápidamente dejo de besar a Max.- No tienen de que preocuparse, ni porque esconderse, se sorprenderían si yo les dijera que el chico rubio de allá y dueño de esta pastelería es mi esposo.- Alicio se relajo un poco.

-Lo siento... Es que...

-Si, lo se, aun hay muchas personas prejuiciosas, pero tranquilos, aquí pueden disfrutar de su amor sin que nadie los moleste.

Mientras tanto, Alexander se encontraba limpiando el mostrador y acomodando algunos pasteles, hasta que dos chicos entraron de la mano.

-¡¡Alejandro y Ángel!!, que sorpresa, cuanto tiempo sin verlos.

-Hola Alexander, pues hace un año exactamente, y hemos vuelto porque el pastel de bodas estaba delicioso, y mi pequeño goloso quería venir por una rebanada, aunque no tiene llenadera, este se come lo que sea.- Dijo Alejandro, ganándose un codazo por parte de Ángel.

-Idiota.- Murmuró Ángel.

-Ustedes nunca cambian, pero me alegra que sean tan felices.- Les dijo Alexander.

-Lo somos.- Respondió Alejandro con una gran sonrisa.
Después ambos tomaron asiento.

-Eres un ridículo, si vuelves a decir tonterías te voy a arrancar la lengua.- Le amenazo Ángel.

-No amor, la lengua no, si no, ¿como te voy a torturar todas las noches?.- Le guiño un ojo.

-Puerco.

-Me gusta que me digas cosas sucias, estoy a punto de follarte aquí sobre la mesa.

-No te atreverías.- Dijo Ángel visiblemente asustado.

-Pruebame.- Le reto Alejandro.

-Imbécil.

-Pero me amas.- Dijo Alejandro.

-Si ya sabes para que preguntas, baboso. 

-Baboso te lo voy a dejar hoy en la noche.- Respondió Ale en tono de burla.