Las sombras de los sueños

TÍTULO 8: UN NUEVO AMIGO

Era afortunado de que los padres de Norma Olga, me tuvieran mucho cariño y que fueran Médicos. Eso era lo que necesitaba actualmente.  

- Ah hum... por fin llegamos a la banquita -dije yo adolorido y cansado.

- No estás tan livianito como aparentas - dijo (nombre del compañero 2) en tono de carrilla.

- Gracias. - dije yo.

- Mis padres me dijeron que ya venían para acá por nosotros y para revisarte esa rodilla.

- Pero, no creo que sea necesario sólo es un dolor muscular, en unos momentos podré caminar - No quería ser una carga para los padres de Norma Olga. También se lo dije debido a que (nombre de compañero 2) se quedaría ahí después de haberme ayudado, si pasaba eso me sentiría mal porque aparte él vivía en la misma colonia que yo, así que podíamos irnos juntos en taxi o en todo caso en camión.

-Bueno, deja voy a esperarlos aquí en frente. - dijo Norma Olga.

- Cuando lleguen sus padres me voy a parar y caminaré para poder irme contigo, ya sea en camión o en taxi, y no causarles molestias. - le comenté a (nombre de compañero 2)

- ¿Cómo pretendes caminar, si no puedes ni pararte?... aparte por mí, no te preocupes yo estaré bien, pero gracias.

Al cabo de unos minutos, llegaron los padres de Norma Olga. Yo no quería causarles molestia alguna, suficiente era con soportar que dejáramos ahí a (nombre del compañero 2), y ahora aguantar darles una molestia a los padres de Norma Olga. Así que, pensé que si me paraba y empezaba a caminar sus padres me dejarían ir en camión, y eso porque me dirían que hay muchos peligros al irse sólo en la noche. Pero, había un problema ya que tendría que soportar el dolor y disimularlo muy bien, para que ellos no se dieran cuenta. En fin me arriesgué a pararme y caminar, fue un gran error:

- Ahí viene Norma Olga y sus padres. - dijo (nombre del compañero 2). En ese momento seguía pensando en pararme y aparentar que estaba bien.

- Buenas noches - dijimos (nombre del compañero 2) y yo.

- Buenas noches. - contestaron los padres de Norma Olga. - Nos dijo Norma Olga que te habían golpeado en la rodilla y no podías pararte.

- Así me golpearon pero, ya me siento mejor y me puedo parar. -dije yo.

- ¿Qué? Ni se te ocurra. - dijeron Norma Olga y (nombre de compañero 2). Sin importarme el dolor y lo que me dijeron, intenté pararme y pues lo esperado y obvio paso. Me pude parar pero, al intentar dar el primer paso caí, afortunadamente el padre de Norma Olga y (nombre de compañero 2) reaccionaron rápido y evitaron que cayera al piso.

- Si necesitas una revisión, afortunadamente no caíste al piso, de ser así, hubiera sido peor. - dijo el padre de Norma Olga. - Ahora quisiera preguntarte: ¿Por qué intentaste caminar?

- Lo que pasa es que no quería causarles ninguna molestia, y aparte me podía ir con (nombre del compañero 2) en un taxi. - ¿por que dije eso? ahora le causaría doble molestia.

- No te preocupes no es ninguna molestia... en ese caso también le podemos echar ride a tu amigo. - dijo el padre de Norma Olga muy sonriente.

- No se moleste señor, yo estoy bien así. - dijo (nombre del compañero 2).

- No es molestia, aparte hay muchos peligros al caminar en la noche sólo.

- Bueno gracias señor. - dijo (nombre del compañero 2) y le sonrió al padre de Norma Olga.

Me di cuenta de que (nombre del compañero 2), era muy buena onda, me había ayudado a levantarme sin haber tratado conmigo antes. Yo sólo sabía su nombre, porque el iba antes de mí en la lista pero, nunca pasábamos de un simple saludo. Sentí que seriamos amigos por siempre desde ese día. El actuaba sin esperar algo a cambio, algo que es muy admirable en un amigo. ¿Quién no quisiera tener un amigo así?, un amigo en el que puedes confiar sin temor a que use tus secretos en contra tuya. Y pues yo si estaba dispuesto a hacer las cosas equilibradas, daba mi confianza a quién confiaba en mí; creía a quién creía en mí, etc. Bueno, cambiando de tema, cuando estábamos en el auto de los padres de Norma Olga:

- Estoy agradecido de que hayas llegado y me ayudaras a sentarme en la banca. - dije yo.

- Sí, yo no hubiera podido ayudarlo, yo también te agradezco por ayudarlo. - dijo Norma Olga.

- ah... en serio no fue nada. - dijo (nombre de compañero 2)

- ¿Cuál es tu nombre? -preguntó la madre de Norma Olga a (nombre de compañero 2)

- ... ¿Mande? - dijo (nombre de compañero 2)

- Te pregunto mi madre tu nombre. - dijo Norma Olga.

- Ah, perdón señora. Mi nombre (nombre del compañero 2).

- ¡Qué bonito nombre tienes! - dijo la madre de Norma Olga, en ese momento recordé que cuando su mamá me conoció me dijo lo mismo sobre mi nombre fue algo gracioso y pensé que entonces sólo lo había dicho por compromiso. Pero en eso:

- Mamá, ¡tú siempre dices eso! - dijo Norma Olga.

- Pues es por que todos los nombres son bonitos, cada uno tiene algo especial. - dijo la madre de Norma Olga.

- Ya casi llegamos, por sí se preocupaban. - dijo el padre de Norma Olga. Yo creí que se refería a que ya casi llegábamos a su consultorio. Después cuando vi donde estábamos, creí me revisaría la rodilla otro día. Sin embargo, sólo habían ido a mi colonia a dejar a mi nuevo amigo. Después nos paramos en una tienda de mi colonia, querían comprar refrescos, aunque después me di cuenta de otra cosa que más adelante les platicare. Después, el padre de Norma Olga se dirigió a su consultorio, que por cierto era un local de su casa. Al llegar a su consultorio, Norma Olga Y su mamá se fueron a su casa y yo y su padre nos metimos al consultorio para que me pudiera revisar la rodilla.

- ¿Te duele? - dijo el Padre de Norma Olga.

- Sólo un poco.

- ¿Y ahora?- me preguntó mientras levantaba mi pierna.

- ahora si me duele y mucho - lo dije casi mordiéndome la lengua del dolor.

- Sospecho que es un esguince pero, para confirmar que no es algo peor... tendré que sacarte placas de tus huesos con Rayos X. Por el momento, te vendaré un poco y te prestare unas muletas para que puedas moverte.

- Oh muchas gracias.

- De nada. - yo me suponía que tal vez me invitarían a cenar pero, pasó algo más.

- Ya está la comida - dijo Norma Olga.