Después de librarme de la situación, vino el momento de recoger la mesa. Cómo quisiera poder ayudarles con algo, me sentía como una carga para ellos. Tontas muletas no me permitían ayudar en nada pero, si las dejaba, no podría hacer nada, ni siquiera caminar. Norma Olga estaba muy atenta a lo que yo necesitara, esto me hacía sentir bien y mal a la vez. Bien porque, ella me estaba dedicando su tiempo, a mi. Y mal debido a que, sentía lástima por mí mismo.
Fue de esos momentos que nunca quisiera olvidar, tal vez es una de las razones por las cuales les estoy contando mi historia actualmente. Era como un remolino de emociones, era una sensación muy rara la que ella me causaba, era la misma sensación que tuve en aquel momento cuando vi a quién le podría llamar mi primer amor. Aunque en este caso, había algo diferente, era un inexplicable no sé qué, que me llamaba la atención quién sabe cómo, pero lo hacía.
Estaba tratando de no quedarme callado, quería romper el hielo. No sabía que decir, tendría que pensar rápido en un comentario que llamara la atención tanto de Norma Olga como de sus padres, sin que los llegara a incomodar. Probablemente estaba a punto de cometer otra tontería, a mi parecer ya era suficiente pero ¿qué más podía hacer? Nadie decía nada y cada vez se sentía más pesado el ambiente, trataba de pensar rápido pero, al parecer estaba más concentrado en la inmensa belleza de Norma Olga.
Cómo podría pensar en algo que decir, con una hermosura tan distrayente frente a mis ojos. Comencé a pensar, que a Norma Olga, no la quería como a una simple amiga, había algo más entre los dos parte de mi se negaba a aceptarlo. ¿Por qué me sentía así? ¿Qué significaba esta confusión interna, donde todos pensaban las cosas de distinta manera? Era muy raro. Quería decir muchas cosas pero, había algo, una fuerza inherente que me lo impedía. ¿Cuál era la razón de esta fuerza?
Justo en ese momento algo pasó fuera de mi mente, al parecer Norma Olga se dio cuenta de mi gran confusión y nerviosismo, ¿será que era muy poco disimulado o que en realidad ya había pasado mucho tiempo tan pensativo? pues creo que sólo ella podría resolver mi duda con lo que estaba a punto de decir, este era un momento crítico para mí:
- ¿Qué es lo que te preocupa tanto? - dijo Norma Olga.
- ... - me quedé callado ni siquiera había comprendido lo que Norma Olga me preguntaba.
- ¿Te has quedado dormido? - dijo la mamá de Norma Olga.
- ¿Cómo? ¿Me hablaron? - dije confundido, acababa de reaccionar después de haber estado tanto tiempo pensativo.
- Al parecer si te estabas quedando dormido, Norma Olga deberías llevarlo al cuarto a que descanse. - dijo la mamá de Norma Olga.
- No se preocupe señora, sólo me quedé pensando... - no quería seguir causando confusiones y molestias - Y bueno soy un poco distraído.
- No se nota - dijo Norma Olga sarcásticamente en forma de burla. - no sé cómo le haces para entenderle a las matemáticas - se rio.
- Si no las entendiera, ¿quién te las explicaría? - me reí.
- Tienes razón, si yo no me sentara al lado tuyo, ¿cómo le harías para poner atención a clase? - dijo burlándose de mi poca atención por las cosas.
- ¡Qué graciosita Norma Olga! - dije sarcásticamente.
- Es la Verdad - se rio.
- ya lo sé, no sé que haría sin ti - Cambie la temática hacía lugares indebidos, nunca había logrado mantener una plática después de entrar en ese tipo de situaciones. Ella dejó de reírse y se sonrojó.
- Yo no habría pasado mate, sin tu ayuda - lo dijo sonrojada mientras se acercaba a mí.
- No fue nada... - estuve a punto de decir una tontería, la tontería que no me perdonaría jamás. Estuve a nada de decirle "es lo que hacen los amigos", si hubiera pronunciado esa oración toda nuestra relación, la forma en que nos tratamos se hubiera derrumbado e ido hacia el fondo. Tal como una implosión.
- Gracias - dijo ella, la situación empezaba a tornarse un poco incómoda a mi parecer. Así que, decidí usar uno de mis recursos actuales.
- Norma Olga, ¿me podrías mostrar dónde dormiré? - sentí un gran dolor dentro de mí cuando dije esta frase, por fin lograría avanzar con Norma Olga pero, seguía confundido parte de mí seguía sin aceptar lo ya evidente.
- Claro - se notó un gran cambio cuando pronuncié la pregunta. Al parecer ella quería pasar más tiempo conmigo, me sentí muy mal por haberle hecho esto. Seguía sin entender por que mis acciones, era como si alguien más me controlara, no era yo, estaba seguro de ello. - es por aquí, sígueme.
- Ok, gracias. - Estaba echando a perder todo, me odié, odié mis acciones, no dejaría que mis confusiones me volvieran a controlar. A partir de ese día, tendría que dejar dichas confusiones de lado.
Me seguía sintiendo cómo una carga, el pasillo tenía muchos escalones y no era fácil subirlos con una pierna lastimada. Ella tuvo que ayudarme mucho. De por sí, me sentía mal el ser una carga y no poder hacer las cosas sin ayuda, ahora siendo una carga para Norma Olga, imagínense. Estaba tratando de no ser una molestia tan grande para ella.
- Es aquí. - dijo ella mientras abría la puerta para mostrarme la recamara.
- No, ¿cómo crees?, mejor me acuesto en un sillón, sólo préstame una cobija. - Sentía que se estaban molestando mucho prestándome toda una recamara para dormir una noche, sólo una noche.
- No te preocupes está bien. ¿Cómo crees tú que te vas a dormir en un sillón con esa pierna lastimada? - no puedo negar que era un muy buen argumento pero eso no quitaba el que me estaba convirtiendo en una molestia. Aparte de que sentía que me había portado muy mamón con ella antes de salir de la cocina.
- Bueno, les agradezco grandemente. - qué más podía decir.
- No te preocupes, no es nada. Descansa. - no quería que se fuera aún, tenía que hacer algo, era ahora o nunca.
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Las sombras de los sueños
Fiksi RemajaHay misterios en los sueños que no son fáciles de resolver, soñar con sombras es un misterio, cuando sueñas con esa persona especial sin saber quien es, sueñas con sombras por que no sabes quien es esa persona; llegando a la conclusión de que es un...