Chapter II

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Sábado, 19 de Mayo de 2007
Bienvenidas a la nueva Mansión Malfoy...

¿Qué era lo mejor de trabajar en una oficina? Para Hermione Granger era el saber que disponía de dos días para poder descansar y olvidarse de todo el papeleo que día a día llegaba al Ministerio. Pero aquel sábado era la excepción, sabía que debía ir a la guardería "Rayito Mágico" a buscar a la pequeña Elizabeth Bielefeld junto al magnífico Draco Malfoy.
La chica se dio media vuelta dándole la espalda a la mesita de noche con la esperanza de ignorar el hecho que debía levantarse. Pero sabía que era imposible, al fin y al cabo había sido ella quien había accedido esta vez a hacerse cargo del caso de la pequeña. Finalmente la alarma volvió a sonar, dando por entender que los cinco minutos más habían terminado.
- Hermione Jean Granger puedes apagar tu maldita alarma - la voz molesta de Ginny, su transitoria compañera de cuarto, resonó desde la cama de al lado.
- Lo siento Ginny, sabes que no estoy acostumbrada a madrugar los sábados.
- Bueno nadie te manda a trabajar voluntariamente el sábado, ahora deja de quejarte y levántate, además así me aprovechas de consentir trayéndome el desayuno antes de que te vayas.

Hermione rodó los ojos, mientras se levantaba para dirigirse a la ducha, no sin antes mirar a su querida amiga que al parecer se había vuelto a dormir. Desde que habían terminado sus estudios en Hogwarts, ambas se habían ido a vivir a un pequeño departamento cerca del ministerio, aunque Hermione era la única que vivía en aquel lugar en realidad, ya que Ginny pasaba mudándose, entre el departamento y la casa de su actual novio Thomas.

Cuando la chica se metió debajo del tibio y agradable chorro de agua, sin saber porque la imagen de cierto rubio de curiosos ojos plateados apareció en su mente. Con su caro traje Armani y su correcta postura. Un suspiró salió de sus labios al recordar el delgado, pero trabajado cuerpo de aquel rubio, un nuevo suspiro salía de su boca, pero esta vez abrió los ojos sorprendida. ¿Desde cuándo suspiraba y pensaba tanto en Malfoy? Bueno tenía que admitirlo que el volver a verlo el día anterior había despertado curiosidad en ella, nunca pensó encontrarse con él y mucho menos de esa manera, incluso después de haberse enterado que el rubio había desaparecido de su casa, ya lo daba hasta por muerto.
- ¡Hermione te puedes apurar que necesito usar el baño! - Y la voz de su queridísima amiga volvía a traerla de vuelta al mundo terrenal, y jabonando rápidamente su cuerpo, terminó de ducharse para salir del baño, encontrándose con la pelirroja fuera - amiga te adoro, pero a la hora del baño eres desesperante, digo ¡Quien se demora 20 minutos allí dentro!

Hermione simplemente soltó una risita al ver lo desesperada que estaba su amiga, para luego volver a caminar en dirección a su armario, el cual consistía en una pequeña habitación de dos metros por lados, con tres de las cuatro paredes con repisas para vestidos, zapatos y otros. La pelicastaña se acercó hacia el colgador que había en lado izquierdo que era el que pertenecía a ella -mientras que el lado derecho era de Ginny-, y tomó un vestido conchevino con tirantes delgados, además de unas sandalias de correas negras con un taco aguja de cinco centímetros, y por ultimo un conjunto de ropa interior de un color similar al vestido. Para finalmente volver a su habitación en donde se dispuso a arreglarse.
- Wow amiga, te vez in-cre-i-ble - exclamo encantada la pelirroja. - ¿Se puede saber por qué te arreglas tanto?
- Nada en especial, solo me gusta verme bien. ¿Y tú no que hoy te ibas a quedar en casa? - preguntó Hermione al ver a su amiga terminando de arreglarse - ¿Te reunirás con Thomas?
- No, Harry quiere que lo acompañe a verle algo a Deisy, según me dijo quiere regalarle unos pendientes o algo así, y ya sabes cómo es para esas cosas.
- ¿Y estas bien con eso?
- Herms sabes que entre Harry y yo hace mucho que ya dejaron de pasar cosas, llevamos una situación similar a la que llevas tú con mi hermano.
Bien, solo procura no cometer ninguna locura, recuerda que Harry se va a comprometer con Deisy.
- Si mamá
- Ya te dejo, debo ir a buscar a Elizabeth todavía, recoge todo antes de salir- Hermione se acerco al perchero de donde saco la misma chaqueta que había llevado el día anterior, y despidiendo de un beso en la mejilla de su amiga, desapareció.

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