Chapter I

461 30 1
                                    

Viernes, 18 de Mayo de 2007
Nuestro reencuentro... no estaba predestinado...

El edificio de Spungen Holding cía., se encontraban en pleno centro comercial de Londres. Un majestuoso rascacielos de 30 pisos con una vista directa al Río Támesis y al puente de Londres, los que podía ser constantemente mirado desde las oficinas gracias a los elegantes ventanales que cubría gran parte de las paredes.
Draco Malfoy, actual dueño mayoritario de la exitosa firma, miró hacia el cielo apreciando con orgullo como se alzaba con elegancia su mayor orgullo, aquella empresa. Caminando con paso firme, entró al vestíbulo principal del edificio, encontrándose con Matt Tunner, uno de los guardias de día.
- Buenos días Sr. Malfoy. No esperaba verlo tan temprano hoy. Con lo tarde que se fue ayer.
- Buenos días, Matt - Draco saludo amablemente al hombre de avanzada edad - Yo tampoco planeaba venir tan temprano hoy, pero me salió una conferencia con el socio de una empresa suramericana, así que me tuve que venir antes.
- Suerte con ello y que tenga un buen día.
- Lo mismo para ti.

El joven empresario siguió con el mismo paso firme su camino, hasta los ascensores. Cuando estuvo frente a una hilera de 6 puertas metálicas, se acerco a al que tenía una "A" en su tablero, digitando una corta clave de cinco caracteres, la fría y metálica puerta se abrió, permitiendo con el rubio se subiera. Apoyando su cuerpo en la pared opuesta a la puerta, se dedicó a revisar su agenda electrónica, mientras miraba entre tanto el tablero electrónico que indica los pisos y las secciones que allí se encontraban.
Cuando el tablero marcaba un 30 y un "gerencia" al lado, las puertas se abrieron permitiéndole el paso a Malfoy, quien salió con elegancia del dichoso aparato. La recepción era un lugar amplio, con paredes blancas adornadas con cuadros abstractos. Un amplio ventanal daba una vista hacia la cuidad con el Támesis de fondo, aunque no era recomendado acerca mucho al cristal, sobre todo si se padecía de vértigo. Frente al ventanal un ancho camino llevaba hacia su oficina, en ambos lados dos puertas adornaban las paredes, las de la derecha indicaban con un letrero el baño tanto el de mujeres como el de hombres, mientras que en las de la izquierda un letrero mostraba "privado", ya que aquellas puertas daban a una pequeña cocina y la otra a un pequeño armario.
- Buenos días Sr. Malfoy - saludaron al unisonó Skaila y Marianne

Skaila Swift era su asistente personal y mano derecha, una encantadora mujer de casi 50 años, cabello castaño claro y unos pequeños ojos azules. Mientras que Marianne Branch era una joven de 23 años recién egresada de secretariado, que servía como asistente de la asistente personal.
- Buenos días Skaila, Marianne - Draco le dedicó una de sus deslumbrantes sonrisas a ambas asistentes, aquella sonrisa que les indicaba que su jefe se encontraba de excelente humor. - Skaila necesito que llames a Lorene de Finanzas y a Rose de Control, diles que las necesito ahora a ambas para la conferencia con Gabriel Leser, y Marianne puedes traer mi café negro, por favor.
- Claro Sr. Malfoy, sin azúcar su café ¿cierto? - preguntó la joven secretaria, recibiendo una afirmativa de parte del rubio, quien continuo su camino hacia su centro de operaciones, es decir, su oficina.

Al entrar en su oficina, la que tenía una apariencia similar a la recepción. Una habitación blanca, con un par de cuadros de reconocidos pintores, un par de plantas y un gran ventanal con vista al famoso rio que estaba de espalda al escritorio de Draco. Del otro lado de la oficina había una gran biblioteca de madera que albergaba los mejores libros de su colección personal y tres sillones de cuero negro con una mesita de té al frente.
El rubio se sentó en su silla ejecutiva también de cuero negro dándole la espalda al ventanal, mientras apoyaba sus codos sobre su escritorio y entrelazaba sus dedos, para así poder apoyar su mentón. En eso Marianne entró con su café en una mano, y una carpeta amarilla en la otra.
- Su café señor, y Janett de publicidad ayer me entrego esto para usted, según me dijo era la propuesta de la editorial Chamex, al parecer quieren conocer su opinión.
- Gracias Marianne.
- Señor, recuerde que hoy me retirare más temprano.
- Claro, por lo de tu madre, ¿no? - la joven asintió tímidamente -mientras no dejes nada importante pendiente, no tengo problemas. - Marianne se retiro de la oficina, dando paso inmediatamente a Skaila, quien tomó asiento en una de las sillas desocupadas que estaban al frente del escritorio.
- Draco, Lorene no se encontraba, según me dijeron hoy se iba a tomar el día, y Rose tiene una reunión en Paper, por el problema de los químicos en las plastilinas.
- Maldición - se pasó las manos por su rubio cabello, esa eran las cosas que arruinaban su perfecto inicio de día- mándale un correo a Gabriel y cancela la conferencia, y la reagendas para el lunes, con copia a mí, a Rose y a Lorene. ¿Algo más?
- Te llego esto, es un pergamino del Ministerio.

RebirthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora