«Beep, beep, beep».
Alargó la mano perezosa y rebusco en la mesita de noche el móvil a ciegas, cuando lo encuentro, apago la alarma y miro la hora; las siete y tres minutos de la mañana. Me levanto rápido, sin pensarlo porque sé que si me lo pienso no lo hago y voy directa al armario a buscar algo que ponerme el primer día de clases. Me visto, me aseo y salgo de mi casa con un cruasán en la mano.
Tardó apenas 10 minutos en llegar al instituto y todo el mundo me mira raro. Sabía que esto iba a pasar. Pasó de ellos como siempre y me pasó por el corcho de las listas para mirar mi clase y me dirijo hacia esta. Nada más entrar veo a las tres payasas de todos los años, como siempre hablando de algún cotilleo asqueroso.
-Eh, hay niña nueva.-Me señala la más rubia-de bote-Mireia.
-¿Qué niña nueva de qué, niñita?-La miro, consiguiendo así que su mente atrofiada me reconozca.
-¿Trix?-Susurran a la vez, descompuestas.
-¿Y esas confianzas? Trixie para vosotras.-Colocó mi mochila en la última mesa y saco mi móvil.
-Pero...¿Cómo estás? Ósea, ya no estás enferma y... Estas guapa y no se tienes buena cara y...-Dice otra, Paula, acercándose a mí seguida por Claudia.
-¿Guapa?-Suelta una carcajada desde atrás Mireia.-Pero si esta niña desde siempre a sido la fea, que estáis diciendo.
-¿Y tú siempre has sido la más guapa, no?-Río con ella y suelto un suspiro divertido, consiguiendo que se levante y se me acerque amenazante hacia mí.
-Vaya, parece que la niñita tímida de todos los años se a esfumado.-Me levanto para estar a su altura.-¿Qué a pasado con Trixie?¿Dónde está la niña fea...?
-Eh, cariño, ya estamos metiéndonos con los nuevitos?-Nos separa el que supongo que será su novio ahora, tampoco durarán mucho, es Víctor y ella bueno, es ella, eso no va a llegar muy lejos.-¿Trixie?
-Increíble, ¿verdad?-Habla esta vez Claudia.
-Wow.-Entra más gente, pero el que habla es Antonio.-¿En serio?
-Vaya con la Trix...
-¿Queréis una foto o mejor un autógrafo?-Pregunto, harta de esta situación, consiguiendo que se miren incrédulos.-Aire.-Hago un gesto con la mano para que se vayan.
Todas son caras conocidas, mi instituto es bastante grande y siempre me han tocado clases con ellos, a la otra mitad ni los conozco pero a todos los que nos conocemos mínimamente nos intentan poner juntos con alguna excepción de algún año.
-No me lo creo...-Dicen algunos de ellos, dándose la vuelta con un tono divertido en la voz.
[...]
Hoy a sido un día... Raro. La gente incluso a sido amable conmigo. Algunos me han felicitado por haberle ganado la lucha al Cancer después de 8 meses. Me siento muy afortunada de no haber sido sometida a tanta quimioterapia y haber salido de esta rápido, no obstante me tengo que cuidar porque, según mis médicos a sido prácticamente un golpe de suerte pero que en unos años, si no me cuido podría recaer.
Me he quedado sorprendida cuando Lucas y sus amigos-que son del grupo más popular del instituto-me han ofrecido un sitio en su mesa de la cafetería. Ellos nunca se habían metido conmigo, pero creo que sobro allí, creo que no pintó nada con ellos. Ellos son los populares y yo soy Trixie. Así que les he dicho que tenía que ir a la dirección y que no creía que tuviera tiempo de pasar por allí.
A la hora del recreo estuve en la biblioteca, leyendo. No encontré el libro que quería pero luego, un rato más tarde cuando estaba sentada en una de las mesas más lejos de la puerta me fijé en que estaba en manos de uno de los chicos más marginales y duros de mi instituto, desde mi punto de vista, también uno de los más guapos. No tuve el valor de hablarle para saber cómo iba y si cuando lo acabará me lo podría dejar a mí antes de dejarlo en ningún lugar inalcanzable y ahora me arrepiento de no habérselo comentado. Mañana me llenare de valor, lo sacaré de donde no lo tengo y le hablaré.
