Imposible

Cap 3: ¿Una inversión segura para toda la vida? el amor

Erick

¿Por qué tengo que ser "el chico del café"? Tengo un nombre. ¿Cuál es el motivo de llamarme así? No me gustan los apodos. No recuerdo haber tenido uno...nunca. Aun así el profesor Forman insiste en llamarme "chico del café". No es como si me molestará pero...si, me molesta y mucho. Me molesta porque viene de él. La persona que me gritó en medio de la cafetería por haber volcado su pedido encima de él. En parte tenía razón pero no entiendo porque se enojó tanto si tenía una camisa de repuesto.

Lo peor de todo es que tiene un comportamiento bipolar que me confunde, primero se enoja conmigo y luego se muestra muy amable y me ayuda a conseguir un trabajo "permanente" aquí y lo peor de todo es que quiere que yo sea el único que tome sus pedidos. ¿Por qué yo? Yo fui quien le lanzó café encima, tendría que evitarme. ¿Acaso es que quiere tenerme cerca para humillarme constantemente? ¿Para recordarme ese desafortunado episodio?

¿En que estaba pensando en venir a esta universidad? Y ¿Por qué tengo que trabajar en la cafetería? No es como si me sobrara el dinero pero tampoco me hace falta. Aun así Chloe, mi jefa y compañera de clases insiste que trabaje aquí. No entiendo porque quiere que trabaje aquí si la mayoría del tiempo me está regañando. Si de mí dependiera abandonaría este trabajo, primero porque no me pagan mucho, segundo porque no me gusta tener que estar forzando una sonrisa cada vez que atiendo a los clientes y tercero es porque no me gusta hablar con las personas. Siempre tendí a ser alguien reservado, para ser sincero, cada vez que tengo que ir a recibir a los clientes me pongo nervioso.

Recuerdo haberle dicho que la admiraba porque era capaz de trabajar y estudiar sin perder el ánimo, mi peor gran error. Cuando dije eso literalmente me arrastró hacia la cafetería, me dio para leer el menú con los precios de los productos y me dijo "la semana que viene empiezas a trabajar aquí, llega temprano". ¡Ni siquiera me consultó si quería hacerlo!

Esta es mi segunda semana de trabajo y estamos abriendo. Aun me sigo poniendo nervioso como el primer día. ¿Por qué tengo que ser así?

Los clientes empiezan a llegar, muchos son alumnos medio dormidos esperando algo que los despierte y les de las energías necesaria para poder aguantar las clases de algún profesor aburrido, otros simplemente vienen solo a buscar un lugar para encontrarse con otros alumnos para terminar algún trabajo sin hacer o estudiar para alguna evaluación y luego está los que solo buscan el WiFi gratis. También vienen profesores y profesoras con pedidos específicos, algún café descafeinado o con una determinada cantidad de azúcar o sin ella, también puede ser alguna comida ya sea para el desayuno o el almuerzo, por ejemplo generalmente piden algo liviano como una ensalada con algo de pollo o para desayunar alguna que otra porción de tarta de alguna fruta especifica.

Luego de una semana empecé a memorizar más o menos los patrones de pedidos de los profesores y profesoras. Cuando pude hacer eso Chloe me felicitó por recordarlo en tan poco tiempo siendo que a ella le costó trabajo hacerlo.

De pronto la puerta se abre y cierta persona aparece, esa persona que me pone nervioso más de lo normal. El profesor Forman entra al local y saluda a un par de alumnos y camina hacia su lugar regular de la cafetería. Mesa número 3 desde la pared pegada a la ventana y toma el asiento más cercano a ella. Chloe me hace un gesto diciendo que vaya a atenderlo, con total resignación empiezo a caminar hasta donde se encuentra él.

-No traes el menú.- declara serio al verme.

-Déjeme adivinar. ¿Café sin azúcar con una tarta de frambuesa?- respondo y se sorprende.

-Me siento halagado, no sabía que me prestaras tanta atención como para ya saber lo que pido. Es como si me conocieras desde siempre.- dice con una muy perfecta sonrisa en el rostro y extrañamente siento algo cuando sonríe. Es como si se me acelerara un poco el latido de mi corazón. ¿Qué estoy pensado? -¿Estás bien?- pregunta agitando su mano frente a mi rostro, sacándome de mis pensamientos, reacciono parpadeando un par de veces.