El inicio del fin.

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Fue un 28 de Noviembre el día que todo se derrumbó, mi cumpleaños fue el 1 de Diciembre.

- No quería arruinarte el cumpleaños - me dijo - salgamos a donde tu quieras -

Yo lo miraba, parecía no darse cuenta de la gran cagada que hiso en mi vida ¡Mi cumpleaños! ¡Navidades! ¡Año Nuevo! ¿Cómo se supone que lo supere en estas fechas? ¿Cómo volver a ser feliz?

En fin, saldríamos a recorrer Viña desde Valparaiso, yo le iría a buscar a la universidad desde la mía. ¡Todo vale mierda! ¡A la mierda mi cumpleaños! ¡A la mierda con la universidad! ¡A la mierda con todos! Eso... es lo único que quería decir... lo único. Mis lágrimas caen al recordar.

Tomé una micro en su dirección, recuerdo irme absorta en el paisaje que tantas veces recorrí ¿Cómo olvidar todo cuando vuelva a ir en esta dirección? Llego antes de estar lista, veo la institución en que estudia, sé que está ahí, se que ella tambien lo está. Simplemente no soy capaz de ir, ya no soy bienvenida, es como si una barrera me impidiera la entrada al edificio que tantas veces fui para buscarle. Quizás no fueron suficientes.

Doy media vuelta y me alejo en dirección al puerto ¡Oh Valparaíso! Siempre odié esta ciudad, el olor a mar no molesta, pero el olor a orina de sus paredes es nauseabundo, seguro no lo dicen en las guías turísticas. Sigo por un camino que hace años no caminaba, desde esos años en que íbamos en cuarto medio, yo seleccionada para la Santa María en Valparaíso y tú trabajando los Sábados en el restaurante para marinos "el Caleuche" yo terminaba mis clases y corría a buscarte y aprovechar de ayudar en algo. Todos eran muy amables. Ahora ese camino, como nuestra relación, está destruido. Las grandes marejadas destruyeron la mayoría de las costas y con ellas este camino y el restaurante. Todo, todo destruido y yo solo puedo llorar mientras recorro lo que queda de él ¿Y si me lanzo al mar? ¿Si todo pudiese ir junto al camino? Me siento en uno de los bordes peligrosos, de esos que pueden colapsar y pasar por accidente ¿Una muerte por accidente es mejor que un suicidio? Mientras veo el mar el llanto vuelve a mi ¡¿Por qué maldita sea?! Mis ojos se nublan, mi garganta se cierra, no respiro nunca mas podré ¿Aire? ¿Cómo se respiraba? El sonido del telefono me sobresalta, mis manos tiemblan: es él.

- ¿Dónde estás? - parece preocupado, claro, hace mucho que pasó la hora acordada.

- En el Caleuche - digo con voz temblante - está bien si no vienes, sería mejor que pasaras el día con ella -

- Cony, ya lo hablamos - dijo molesto, ahora todo lo que hago le molesta - nos vemos en un rato -

No quiero moverme ¿Por qué? la odio, aunque no tenga la culpa la odio ¡LA DETESTO! que alguien arranque mi corazón por favor.


El resto del día fue incomodo, ya nada es como antes, sentí su distancia, su frialdad. Dolía, dolía mucho, pero sonreía ¿Por qué hacerlo peor? Terminamos sentados en la playa, recordaba ese cumpleaños en que tambien terminamos junto al mar ¿Por qué todo es tan diferente? Quiero llorar... pero ya no tengo un hombro para desahogarme, quizas por eso escribo estas lineas ¿Cual es el relato y cuales mis palabras? Ya no sé, no estoy segura de nada y las lágrimas me impiden vigilar lo que escribo, tecleo de memoria, perdonen mis faltas de coerencia y ortografía. Quizás, tengo la esperanza que estas lineas sean leidas por él, si tan solo las leyera, yo sería feliz. ahora que he cortado toda comunicación contigo sin poder dar vuelta atras, busco que de alguna forma mis palabras te lleguen. Dios, sigo llorando, pero lo cierto es que aun tengo la piedra de ese día en la playa, tengo aun la piedra que me diste ese último cumpleaños. La guardo como lo mas preciado de ese día, tu último regalo.

Cómo sobreviví a tu adiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora