Capítulo 1.

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- Tu puedes, Asia, tu puedes...- Repetí una y otra vez mientras me sostenía en la barra metálica del gimnasio e intentaba levantar mi propio peso. Lo volví a intentar una vez más, pero mis manos estaban tan mojadas por el sudor que resbalaban y acabé cayendo sobre la colchoneta que estaba en el suelo preparada para accidentes como el mío- Mierda- Maldije y di un golpe con el puño sobre la colchoneta. Escuché una carcajada detrás de mí y me giré en dirección a la persona de la que provenía la risa.

- ¿Otra vez, Asia? No progresas eh- Dijo mi amigo y rodé los ojos al cielo.

- Josh, yo no vivo obsesionada con el gimnasio, como tú- Dije para molestarlo y me levanté.

- Oh, vaya ataque. Esa te la guardo eh- Reí por su comentario- ¿Qué te parece si nos vamos a casa, nos damos una ducha y salimos a mover el culo un rato?- Preguntó y volví a reír.

- Eso ha sonado muy mal, Josh, pero que muy mal.

- ¡Me refiero a bailar, Asia! Vaya mente sucia que tienes- Exclamó frustrado y se cruzó de brazos.

- Habló Joshua el santo.

- Pues tienes razón- Rió- Bueno, ¿te parece bien mi propuesta, nena?

- Uhm...sí, me vendrá bien salir y tomarme unas copas- Dije mientras cogia mi bolsa del gimnasio y salía de allí seguida de mi mejor amigo.

- Pero no acabes como la última vez eh- Lo miré arqueando una ceja.

- Ah, ¿es que tú te acuerdas de lo que pasó la última vez?

- Pues claro, yo no estaba borracho- Dijo y reí a carcajadas.

- Josh, ligaste hasta con una farola de la calle- Le recordé.

- Eso fue una broma, exagerada.

- Te pusiste a llorar porque la invitaste a tomar una copa y no te contestó- Dije y frunció el ceño.

- ¿Hice eso?- Preguntó confuso y reí.

- Vamos a casa ya mejor.

~*~

- ¡Josh, eres peor que una novia! ¡Baja ya o me voy sola!- Llamé a mi amigo desde la planta baja. Llevaba esperandolo media hora para que se arreglara y ya estaba desesperada.

- Voy voy, impaciente- Se quejó mientras bajaba las escaleras y lo fulminé con la mirada.

- ¿Sabes cuánto tiempo llevo esperándote? Y ni siquiera tienes que maquillarte- Pregunté enfadada.

- Pero tengo que peinarme, y escoger la ropa. No puedo salir de cualquier manera, si no nadie se va a fijar en mí.

- Que coqueto- Reí.

- Ya sabes que lo soy- Rió y salimos de casa.

~*~

Josh aparcó el coche frente a un pub que se encontraba en Portobello Road. Siempre íbamos ahí, estaba cerca de nuestra casa y nos encantaba el ambiente que había siempre por esa calle.

Bajamos del coche y entramos en el pub.

- Wow, hoy hay más personas que de costumbre- Dije levantando un poco la voz ya que la música no ayudaba en la comunicación.

- Es verdad, no te alejes de mí. Vamos a la barra- Dijo como había hecho yo hacía unos segundos y asentí. Nos dirigimos a la barra y pedimos dos copas.

Miré al lugar donde estaban bailando muchas de las personas del establecimiento.

- ¿Vamos a bailar?- Preguntó Josh y asentí. Cogí la copa, di un sorbo y fuimos donde estaban las personas.

Noté como me chocaba con algo, o alguien, y mi copa caía de mi mano.

- Lo siento, no te había...- Subí la mirada encontrándome con unos preciosos ojos azules en los que cualquier persona podría perderse y no encontrarse jamás. El chico me miró y bajé la vista hasta su camisa, manchada por el contenido de mi copa- Oh Dios mio, lo siento, de veras, lo siento mucho. No era mi intención- Me disculpé y las ganas de irme corriendo de allí crecían más y más.

- Tranquila, no tiene importancia- Dijo y lo miré. Su voz era ronca y muy, muy sensual.

- Tu camisa está...

- Me has hecho un favor, me la han regalado y no me gustaba nada de nada- Rió y reí con él.

- De verdad que lo siento mucho...iba con la mirada perdida y no te vi- Volví a disculparme.

- Suele pasar, tranquila.

- Asia, ¿ya estás borracha?- Preguntó mi amigo llegando donde nosotros estabamos.

- ¿Qué? No. Solo ha sido un pequeño incidente- Dije en mi defensa y mi amigo dirigió su mirada hacia el chico con el que me había chocado.

- Vaya, ¿y este chico quién es?- Preguntó sin apartar la mirada del chico.

- Nadie, Josh, vámonos ya- Lo cogí del brazo porque sabía que iba a empezar con el interrogatorio y me iba a morir de la vergüenza.

- Pero si acabamos de llegar.

- Ya, pero me duele la cabeza. Vamos- Miré al chico del que aún no sabía el nombre, y dudaba que lo llegara a saber algún día- Adiós...

- Adiós, Asia- Se despidió y salimos de allí rápidamente.

Portobello Road | Toni Mahfud.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora