Capitulo #05

1K 42 1
                                    

NARRA ROSS

Estaba caminando de nuevo buscando mi aula ya que estoy nuevamente perdido ¡joder!  Como odio ser nuevo.

Estaba pasando justamente por los baños cuando veo un mini charco de sangre correr por el baño de mujeres, me alarme y decidí entrar , veo que la sangre sale de un cubículo en específico, intente entrar pero no pude ya que estaba cerrado con seguro, esto ya me preocupa. decidido tumbe la puerta.

Al entrar vi a aquella chica, la de la vez pasada, con la que me tropecé, estaba nervioso, estaba paralizado ante esta escena, no sabía que hacer, aquella chica hermosa e indefensa había intentado suicidar. Sin mas que pensar la cargue en mis brazos y la lleve a la enfermería del instituto.

NARRA PAULA

Desperté debido a una luz que apuntaba directo a mi rostro, abrí mas mis ojos y  veo una señora ya de edad vestida de enfermera, “Genial, todo ha fallado, ni matarme puedo.” A un lado de mi cama se encontraba el chico de la vez pasada, estaba durmiendo en una silla, se veía bastante  incómodo, observo por unos segundo al chico, se veía tan tierno, con su cabello algo alborotado, pero en este momento mi pregunta era, ¿Que hace el aquí?.

Ross va abriendo los ojos lentamente hasta conectarse con los mios.

— Por fin despiertas Paula, no te conozco muy bien pero me preocupe mucho por ti —su cara mostraba preocupación.

—¿Por fin despierto? ¿Luego cuanto he estado dormida?¿ Y tu que haces aquí? —estaba realmente confundida.

—Has estado inconsciente todo un día debido a que perdiste la cantidad suficiente de sangre como para desmayarte, este joven te ha salvado la vida, si el no te hubiera encontrado a tiempo probablemente estarías muerta —mis ojos se dirigieron a la enfermera que hablaba orgullosa del Ross.

—¿Todo un día? —abrí mis ojos totalmente. — ¿Así que tu me trajiste?. —pregunté. Ross asintió.

—llame a tu acudiente y dijo que estaba muy ocupada como para venir por ti. —informo la enfermera.

—okay, no hay problema, muchas gracias. —la enfermera asintió.

—ya te puedes retirar, ten mucho cuidado con tus muñecas, podrías desangrarte de nuevo. Asiento.

—Ahora respondeme por favor. —me mira directamente. — ¿Porque intentaste suicidarte?.

—Tu no entenderías —volteé la cabeza.

—Explícamelo por favor —pidió. —asi podría entenderte.

—Bien. Queria terminar con todo este sufrimiento, nadie me quiere, mirame soy una fea gorda —mis ojos empezaban a cristalizarse. Me paré de la camilla y me dirijo a la salida.

Estallo en risa. —Paula ¿tu gorda? Por favor, estas delgada, y no eres fea, eres hermosa.

—No lo soy, además estoy sola y rota. —Empiezo a llorar mientras sigo con mi camino.

En este mismo instante me siento la persona más estúpida, soy una debilucha de mierda, no puedo aguantar nada, todo me afecta.

—Tranquila pequeña yo estaré contigo siempre, y aunque quieras o no seremos amigos —se acerco y me dio un fuerte abrazo.

—Gracias. —correspondo el abrazo.

—no hay nada que agradecer eres una buena chica. —sonrío levemente.

—Ross tengo que ir a clase, mira que ya he perdido tiempo, no me gustaría reprobar algo. —Ross hizo una cara extraña.

—¿Que cosa dices? Paula necesitas reposo, ir a tu casa, cambiarte — el tono de  preocupación se cuela en su voz.

—¡No!, adiós tengo que ir a mi clase. Entiendeme. —me hecho a correr, no quiero que me detenga.

Estaba en horario de clases, a si que obvio no perdería mas. Estaba corriendo hasta que obligatoriamente tuve que pasar al lado de Jesús y Daniel que para mi doble desgracia estaban con sus novias.

—Oye putita, ¿Donde has estado? —Pregunta Daniel con una sonrisa.

—¡Que te importa! —estas palabras abandonan mi boca sin pensarlo.

—¿Como es que me estas hablando? ¿Acaso quien te crees? —se acerca cada vez más amenazante. — Esta la vas a pagar. —sentencia Daniel.

—No por favor no me hagan nada —Suplique pero parece que de nada servirá.

—Esta lección te enseñara a respetarme maldita perra. —susurra Daniel en mi oído.

Me dio un bofetada bastante fuerte, ¡joder, si que duele!, su puño se entierra en mi estómago brutalmente ¡maldita sea, cuanto desearía estar muerta!, agarra mi cabello y me arrastra por todo el suelo, recibo patadas en todas partes, ya no tenia fuerzas, no sentía mi cuerpo, por ultimo me agarra de los brazos fuertemente, entonces habla.

—espero que te este quedando claro que a Daniel Oviedo Morilla hay que respetarlo —su tono de superioridad me repugna, lamentablemente no soy capaz ni de pararme y salir huyendo, ¡me duele todo el puto cuerpo!.

—Sueltala maldito imbécil —a pesar de mi mal oído puedo notar la rabia en su voz.

---------------------------------------------------------

Bullying Y Mas Bullying.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora