PARTE 2.

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Los siguientes días fueron normales. Les había contado a mis amigas lo que me había pasado, exceptuando la parte en la que los cristales se hicieron añicos, y desde entonces habían estado actuando raras conmigo… No sabía por qué, pero sospechaba que me ocultaban algo. Algo que tenía que descubrir.

Del chico no volví a saber nada. Me preocupaba que supiera cosas sobre mí, ya que yo de él sólo sabía su nombre.

Intenté concentrarme en mis estudios, creo que eso era lo que debía hacer, pero teniendo en cuenta que lo mejor asignatura que se me daba era Cultura Clásica, veía un poco difícil sacar algo más de un aprobado raspado en las demás. Aunque si no prestaba atención a ésta, tampoco la aprobaría.

-Muy bien, chicos… Si les pongo esta frase en la pizarra-comenzó a escribir en la pizarra el profesor Humprey-¿Qué me diríais que significa?

‘Carpe Diem’ era lo que había escrito en la pizarra. A pesar de que mi lengua natal, el sueco, no era ni lo más parecido al latín, sabía muy bien lo que significaba. En otros momentos habría levantado la mano y dado una explicación a aquel proverbio… pero hoy no.

-¿Nadie?-preguntó el profesor al ver que mis compañeros no decían nada, como de costumbre. Posó su esperanzada mirada en mí pero al comprender que no iba a decir nada, continuó-Carpe diem es una frase muy utilizada, incluso recientemente, que significa el ‘aprovecha el momento’. El famoso poeta Horacio le dio vida en uno de sus poemas cuyo tema era ese, el ‘Carpe Diem’, que hace referencia a la fugacidad del tiempo y, en consecuencia, a la necesidad de aprovechar cada momento de la vida.

Mi mente se estaba adormilando, necesitaba algo de motivación si no quería quedarme dormida y lo único que se me ocurrió fue dibujar en mi cuaderno de apuntes. Pero en vez de dibujar corazones o cosas típicas de las adolescentes, del carboncillo de mi lápiz sólo salían figuras de chicas con alas. No sabía por qué, pero siempre que dibujaba terminaba haciendo eso, no tenía ningún tipo de explicación ni de sentido aunque tampoco trataba de encontrárselo, yo sólo me dejaba llevar.

-¿Señorita Andersson?-mi profesor y los demás alumnos se encontraban mirándome, esperando una respuesta.

-¿Si?-pregunté. Tantos ojos observándome me ponían nerviosa.

-Bonitas hadas. A no ser que quiera enseñarle ese precioso dibujo a la directora, guárdelo-dijo éste con tono irónico.

Lo extraño de este profesor era que nunca se enfadaba sino que prefería dejarte en ridículo con su fina ironía y la verdad es que preferiría que me echara la bronca antes que hacer eso.

-Muy bien, y ahora que he recuperado su atención ¿podría decirme que opina de esto?-preguntó mientras señalaba a la pizarra.

‘Da mihi animas, caetera tolle’

-Significa ‘Dame almas y llévate lo demás’-dije intentando sonreír.

-Eso ya lo sé, lo hemos explicado hace cinco minutos, pero por lo que veo usted prefiere dibujar chicas en vez de atenderme-dijo. En ese momento escuché varias risas-Quiero saber su opinión, vamos a hacer una especie de debate.

Genial, ahora todos creerán que soy lesbiana.

-Lo siento-fue lo único que se me ocurrió responder antes de pensar en lo que le iba a decir-…Creo que eso

-Exacto-dijo curvando sus labios intentando sonreír, o eso creía yo-Se basa en las creencias religiosas relacionadas con la existencia de demonios. Como sabéis, si existe un bien, también hay un mal… Es por eso que cuando alguien pedía un favor al Diablo, este se lo cobrara caro; se llevaba sólo su alma y dejaba que su cuerpo deambulara por ahí sin pena alguna. Pero como sabéis esto sólo son creencias populares…

LOST IN PARADISE {keaton stromberg, one-shot} |no terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora