PARTE 3.

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Sin pensármelo dos veces le abofeteé.

-Eso es para que la próxima vez que intentes volver a hacerme eso, te lo pienses dos veces.

Él seguía con la cara girada hacia un lado, sin hacer contacto alguno conmigo, tan sólo su pecho se movía rápidamente. Se había cabreado, de eso estaba segura.

Giró sus ojos hacia mí y el color de ellos se había intensificado. ¿Cómo era eso posible? En mi habitación no es que abundara la luz y aunque si hubiera sido, aquel tono era casi irreal.

-Justo como la primera vez-dijo Keaton con una sonrisa socarrona-Esas agallas te meterán algún día en un buen lío.

-¿Qué primera vez?-pregunté frunciendo el ceño-¿Acaso te conozco de antes?

-¿Por qué no vamos a dar una vuelta?-preguntó yendo hacia mi tocador.

-¿Estás sordo?-Odiaba que me cambiaran de tema. Muchísimo. Necesitaba una explicación.

Me senté en mi cama y observé sus movimientos pero no tuve respuesta alguna, sin embargo él parecía muy entretenido en mirar mis fotos de cuando era pequeña y toda clase de objetos que tenía por el tocador, incluso el maquillaje que usaba.

-Oye, si lo que estás buscando un lápiz de ojos, lo tengo en el neceser azul-dije, consiguiendo captar su atención por fin.

-Muy graciosa-dijo rodando los ojos-¿Y bien? ¿Me acompañarás a dar una vuelta?-preguntó cruzándose de brazos.

-Está bien-me rendí.

Quizás a lo mejor con eso podría entender algo de por qué tenía este inmenso lío en la cabeza.

-Póntelo-ordenó entregándome un casco de moto al llegar frente a ésta. Ni siquiera sabía que tenía una…

-¿Y tú?-pregunté al darme cuenta de que sólo tenía uno.

-Estaré bien sin él, no te preocupes-sonrió.

Maldita sonrisa seductora. Malditos labios…

Me monté y me agarré a su cintura con vacile alguno; nunca había subido antes en una y la verdad es que cada vez que aceleraba o cogía una curva, le apretaba más fuerte aún. Como siguiera así lo iba a asfixiar, lo tenía claro, pero a pesar de eso, pude percatar que asomaba una sonrisita. A él todo esto le parecía divertido e incluso excitante.

«Es un tío, Bella ¿qué más podía esperar?», pensé.

-¿Hemos llegado ya?-pregunté mientras me quitaba el casco y miraba a mi alrededor-¿A dónde me has traído?

-Vaya, veo que estuviste más pendiente de mis caderas que del paisaje-rió.

-Estúpido-solté sin pensar.

Pero la verdad es que razón no le faltaba. Creo que incluso llegué a cerrar los ojos durante el trayecto. Las motos no eran mi pasión, no.

Me quitó el casco de las manos y lo guardó debajo del asiento mientras yo intentaba averiguar qué lugar era ese.

Habían arboles por todas partes que apenas me dejaban divisar cualquier rastro de vida humana por allí, tan sólo escuchaba como cantaban varios pájaros y… ¿eso era una cascada?

-Venga, vamos-Keaton entrelazó su mano con la mía. Al entrar en contacto casi sentí un cosquilleo, como si de electricidad se tratara-¿Qué?-preguntó.

Me había quedado bastante tiempo observándolo, debía tener pinta de acosadora o algo parecido ahora mismo.

-Nada-negué con la cabeza borrando todos mis posibles pensamientos impuros de ella-¿Se puede saber a dónde me llevas? ¿Por qué me has traído en medio de la nada? ¿Y si nos pasa algo? Tienes que saber que si intentas violarme, gritaré. Que estés bueno no significa que vaya a ir detrás tuya.

LOST IN PARADISE {keaton stromberg, one-shot} |no terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora