003 | Hogwarts

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❝HOGWARTS ES EL LUGAR INDICADO, SI QUIERES MORIR, CLARO.❞

CAPÍTULO TRES

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CAPÍTULO TRES

HOGWARTS

Era el gran día. Era el tan esperado día de Octubre para los alumnos y maestros de Hogwarts. El día 30 de Octubre de 1994 fue el día en que las escuelas más importantes de Europa, Beauxbatons y Durmstrang, estaban por llegar a Hogwarts, siendo que esta estaba catalogada cómo la anfitriona para el Torneo de los Tres magos; Todo estaba en calma, silencioso y exactamente igual que siempre. Algunos de los estudiantes comenzaban a tener frío, esperando que los invitados se dieran prisa. Entonces, desde la última fila, en la que estaban todos los profesores, Dumbledore gritó:

—¡Ajá! ¡Si no me equivoco, se acercan los representantes de Beauxbatons!

—¿Por dónde?—Preguntaron muchos con impaciencia, mirando en diferentes direcciones.

—¡Por ahí!—Gritó uno de sexto, señalando hacia el bosque.

Una cosa larga, mucho más larga que cien escobas escoba, se acercaba al castillo por el cielo azul oscuro, haciéndose cada vez más grande.

—¡Es un dragón!—Gritó uno de los de primero, perdiendo los estribos por completo.

—No seas idiota... ¡Es una casa volante!—Le dijo Dennis Creevey.

La suposición de Dennis estaba más cerca de la realidad. Cuando la gigantesca forma negra pasó por encima de las copas de los árboles del bosque prohibido casi rozándolas, y la luz que provenía del castillo la iluminó, vieron que se trataba de un carruaje colosal, de color azul pálido y del tamaño de una casa grande, que volaba hacia ellos tirado por una docena de caballos lados de color tostado pero, con la cola blanca, cada uno del tamaño de un elefante.

Las tres filas delanteras de estudiantes retrocedieron cuando el carruaje descendió precipitadamente y aterrizó a tremenda velocidad. Entonces, golpearon el suelo los cascos de los caballos, que eran más grandes que platos, metiendo tal ruido que Neville Longbottom dio un salto, pisando a un Slytherin de quinto curso. Un segundo más tarde el carruaje se posó en tierra, rebotando sobre las enormes ruedas, mientras los caballos sacudían su enorme cabeza.

Antes de que la puerta del carruaje se abriera, podían notar que llevaba un escudo: dos varitas mágicas doradas cruzadas, con tres estrellas que surgían de cada una.

Un chico vestido con túnica de color azul pálido saltó del carruaje al suelo, hizo una inclinación, buscó con las manos durante un momento algo en el suelo del carruaje y desplegó una escalerilla dorada. Respetuosamente, retrocedió un paso. Entonces, los estudiantes pudieron observar un zapato negro de aspecto brillante, con tacón alto, que salía del interior del carruaje. Era un zapato del mismo tamaño que un trineo infantil. Al zapato le siguió, casi inmediatamente, la mujer más grande que algunos habían visto jamás. Las dimensiones del carruaje junto a la de los caballos quedaron inmediatamente explicadas. Algunos ahogaron un grito.

𝑸𝑼𝑬𝑬𝑵 𝑸𝑼𝑰𝑫𝑫𝑰𝑻𝑪𝑯  | 𝑪𝑬𝑫𝑹𝑰𝑪 𝑫𝑰𝑮𝑮𝑶𝑹𝒀|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora