Los primeros proyectos de reflote aspiraban a recuperar los cadáveres de varios millonarios, como el del coronel John Jacob Astor.
Ilustración a escala que muestra la profundidad a la que se encuentran los restos del Titanic, en comparación con el tamaño medio de un iceberg. Se muestra también un plano a escala de Manhattan para el mismo propósito.
Desde el anuncio de la noticia delhundimiento del Titanic, surgieron proyectos utópicos para reflotar los restos de la nave. En efecto, las familias de John Jacob Astor,Benjamin Guggenheim y Charles Haysdeseaban reflotar los restos del transatlántico para recuperar los despojos de sus familiares. Vincent Astor contactó así a la compañía Merritt & Chapman con la idea dedinamitar los restos, procedimiento que debería permitir remontar los cadáveres a la superficie, al precio de la pérdida del navío.[1]No obstante, tras una intensa investigación de Merritt & Chapman, todo intento se revela demasiado costoso y la tecnología de 1912no permitía considerar un reflotaje.[2]Posteriormente, fueron considerados proyectos de escasa viabilidad. En 1913, Charles Smith se propuso utilizarsumergibles e imanes eléctricos unidos al casco, pero el proyecto fue abortado por falta de fondos. Seguidamente, los restos fueron olvidados por algunos años, pero la aparición en los años 1950 de la novela A Night to Remember de Walter Lord atrajo nuevamente la atención sobre el navío. Entonces, surgieron ideas sorprendentes, sobre todo inspiradas por Dooglas Wolley.[3] Así, se planeó colocar nitrógeno líquido en el Titanico rellenarlo de pelotas de ping-pong o devaselina para hacerlo remontar a la superficie; sin embargo, ninguno de estos proyectos encontró financiamiento.[4]