Capitulo 6

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(Mery)

Al darme cuenta de lo que me acaba de decir cruzo los brazos sobre mi pecho, para evitar que siga mirando. — Eres un guarro—susurro, esperando que nadie más haya oído su comentario de mal gusto.

— Gracias—responde.

Me meto bajo las sábanas, negándome a mirar hacia Dani. — Por mí ya puedes desangrarte.

— ¿Quieres la toalla de regalo?—pregunta, con su repelente actitud. ¿Por qué hace eso? Durante un minuto siento como si estuviera siendo su verdadero yo, el Dani que conocí, y al otro actúa como el chico que quiere que todos crean que es.

— Pues no.

— Eh vosotros, ¿podéis dejar de tontear?—interrumpe Emma.— O admitís que os gustáis u os vais a la cama. O las dos cosas.

— Él no me gusta—aclaro.

— Antes no decías lo mismo— escucho murmurar a Dani desde su cama.

— Pasado. ¿Acaso no te he dicho que ya lo he olvidado?—susurro contestándole.

— Duérmete ya, Mery—dice bruscamente.— Te repites mucho.

Le doy la espalda. ¿Y qué pasa si sigo insistiendo en que lo nuestro se acabó? Es la verdad. Si soy sincera, una parte de mí aún desea que todo vuelva a ser como cuando estuvimos juntos. Pero ahora sé que él es la última persona que necesito en mi vida y es bastante evidente que los dos estamos de acuerdo con eso. Está intentando alejarme diciendo cosas hirientes, y lo está consiguiendo.

Cuando consigo relajarme y noto que me estoy quedando dormida, Emma empieza a roncar otra vez. Miro a Dani. Está de espaldas, rodeado de unas sábanas desgastadas, con los brazos bajo la cabeza. Obviamente no está dormido. Como si notara mi mirada en él, se gira. Los colchones no están muy lejos el uno del otro, y si estirara la mano podría tocar su hombro desnudo. Suspira suavemente y sacude la cabeza, seguidamente mira hacia otro lado. Cuando recibí el mensaje de mi terapeuta preguntando si quería formar parte del programa, de verdad sentí como si fuera la oportunidad para cerrar este capítulo de mi vida. Creía que si podía compartir mi experiencia con otros, en vez de acumular todos los sentimientos dentro de mí, podría convertir el accidente en mi pasado y ser capaz de mirar hacia el futuro.

Ojalá Dani se sintiera igual y pudiera dejar el triste pasado atrás. Siendo honesta no pienso que pueda superarlo hasta que diga la verdad.

La verdad.

No tiene ni idea de que sé que no fue él. He estado ansiosa por decirle la verdad. Pero no puedo. Claramente, él sigue manteniendo el engaño por alguna razón.

Me obligo a quedarme dormida y a olvidar que Dani está a mi lado.

•••••••••••••••••••••

Ya por el día, cuando estoy volviendo del baño, por el camino de piedras que lleva hasta nuestra cabaña, encuentro a Fernando durmiendo sobre el pasto. Está roncando tan fuerte que hace eco por todo el campamento. Me aguanto la risa. Con sus ronquidos hasta podría competir contra Emma.

Carlos está esperandonos dentro de la cabaña. — ¿Puede decirme alguien porque está Fernando durmiendo fuera?—exige.

— ¿Por qué quería dormir con sus amigos?—dice Emma, encogiéndose de hombros.

Carlos no parece muy contento. — No es gracioso. Tiene la cara como un tomate gracias al fuerte sol mañanero y una tonelada de picaduras. Que alguien vaya a despertarle. Ya.

Vuelta a Paraiso || GemeliersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora