-Eres una cualquiera Elizabeth, ese niño que llevas en tu vientre no es mío –Dijo Christofer al enterarse que su esposa estaba encinta.
-Amor –dijo en llanto Elizabeth. Su marido había enloquecido, el amor de su vida había rechazado a su hijo, un hijo producto de su amor, que al parecer se había esfumado.
-No vuelvas a llamarme así en tu vida, ese niño será un bastardo, sin padre y su madre que es una cualquiera –Elizabeth llena de dolor lo abofeteo, arrepintiéndose al segundo ya que lo que hizo fue despertar al monstruo que vivía dentro de su esposo. El la tomo por los hombros y la tiro al piso sin piedad alguna, esta soltó un gemido al impactar contra este, Christofer viendo a su mujer en el suelo escupió sobre ella observándola con desprecio y aborrecimiento. Su mujer lo había engañado y el no era un tonto, se vengaría de ella. La dejaría sola y sin un centavo sin importarle que estuviera embarazada –Nos divorciaremos, dejaras mi casa esta noche, tú y el bastardo que tendrás por hijo desaparecerán de mi vida, porque si te vuelvo a ver, lo lamentaras.
Elizabeth no quería dejar al único hombre que había amado, pero cuando este había rechazado al regalo más hermoso que la vida pudo darle, no le quedo de otra; se prometió a si misma darle la mejor vida a su hijo y educarlo como un caballero para que no fuera como aquel hombre que lo engendro. Ella se negaba a llamar el padre de su hijo a tan poca cosa.
-Tú no serás como él, mi pequeño –Dijo acariciando el apenas perceptible bulto en su vientre, solo una pequeña maleta con comida y algunas pertenecías fue lo que ella tomo al dejar la casa de su esposo. Solo estaba ella y su bebe, a merced de la fría noche. Sin dinero y sin un lugar donde dormir. Elizabeth estaba aterrada, pero no por dormir en la calle si no por como haría para sobrevivir después del nacimiento de su bebe, ella podía buscar pequeños trabajos mientras mientras su embarazo lo permitiara, pero después de dar a luz ¿qué haría?
...
-¡Oh, madre! No sabes cuanta falta me hiciste –Dijo Elizabeth al bajarse del tren y encontrar los brazos de su madre; tenía la misma maleta con la que dejo la casa de Christofer y el mismo vestido purpura de esa noche, la única prenda que había podido utilizar en el transcurso de ese mes, su barriga estaba del mismo tamaño de un balón de básquet dejando atrás su delgada figura.
Su madre se había enterado de la terrible noticia, de que el perfecto matrimonio había terminado, pero lo que no sabía es que su hija había sobrevivido siete meses en la calle trabajando en un pequeño puesto de flores ganando casi lo suficiente para comer y durmiendo en el mueble de una anciana que se apiado de ella. Al acercarse la fecha de parto Elizabeth supo que no podía seguir así, así que desesperada volvió a los brazos de su madre.
Por los siguientes días, Elizabeth fue atormentada por pesadillas donde su hijo moría o se le era arrebatado; ella se dio cuenta que no tenía un futuro que ofrecerle y su madre le había dejado en claro que no la mantendría por mucho tiempo. A pesar de que su madre era una viuda con suficiente capital para toda su vida, ella había casado a su hija para que esta tuviera su propia vida, su marido y su familia, eso había sido lo que ella le había enseñado, a ser buena esposa, buena ama de casa y buena madre.
El día que ella dio a luz sostuvo el pequeño cuerpo de su hijo enamorándose por completo, tomo su pequeña mano entre sus dedos y entre pequeños jadeos le dijo –Oh, Hunter, mi pequeño Hunter, voy a hacer lo mejor para ti.
Una semana después, Elizabeth volvió a tomar el tren a la ciudad donde lo perdió todo, dispuesta a recuperarlo, pero no quitándoselo a su ex esposo, si no ganándoselo con sudor y esfuerzo. Ella se fue dejando Hunter atrás, prometiendo volver cuando pudiera darle lo mejor y solo lo mejor a su amado hijo.
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Trust.
ChickLit¿Que estas dispuesto a hacer por cumplir tus metas? Hunter Blake sabe lo que quiere y sabe lo que esta dispuesto a hacer para cumplirlas. El único problema es que Leah también sabe lo que quiere y rendirse no esta en sus planes. dos personas decidid...