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Lunes por la mañana, en la oficina y una taza de café expreso ¡Woho! -Nótese el sarcasmo-. La noche del viernes no había terminado en muy buenos términos que digamos. Jhael desapareció a la mitad de la noche para enredarse con una chica, Kourt y Zac tomaron el mismo camino dejándome varada Don Hunter, y no, no ofreció llevarme a casa, ni pagarme un taxi; el al descubrir que solo quedamos nosotros en el club se encogió de hombros y gesticulo un inaudible "Adiós". Gracias a los dioses que contaba con suficiente efectivo para costearme un taxi.
Kourt se había encargado de que obtuviera muchas indeseadas vistas de Zac sin camisa -o en ropa interior- por el apartamento. Por no hablar de los ruidos nocturnos. Convirtiéndose en uno de los más decepcionaste fines de semana de mi vida. Sin agregar como había comenzado el día de hoy. El despertador no sonó, el café se había acabado y mi auto tenía el tanque vacio, y mi ex, como buen caballero que es se ofreció a pasar por mí, oferta que no pude rechazar. Pero una vez dentro de su exuberante Rang Rover quise haberlo hecho.
Jhael no paro de hablar sobre lo entretenido de su viernes y de lo cerca de ser ninfómana que estaba la chica que lo "acompaño".
Decidí no enfocarme en cómo había iniciado mi día si no en el montón de trabajos por revisar. Yo era quien seleccionaba y/o editaba las campañas publicitarias que realizaba "Kyland&Co". La primera parte del día había transcurrido sin incidentes ni complicaciones ayudándome a adelantar mi trabajo, ya para el medio día solo faltaban algunos proyectos por revisar; Kourt había insistido que debía compensarme mi fin de semana catastrófico y decidió pagar mi almuerzo, y como costumbre fuimos a Subway por unos sándwiches con suficientes embutidos para subirnos un poco el colesterol.

-No pude evitarlo -Explico Kourt intentado justificar sus recurrentes encuentros con Zac
-Kourt, a este paso vas a terminar en una relación con el -Dije antes de empezar a devorar -Si, devorar- mi sándwich.
-Eso nunca va a pasar, Leah. Ni él, ni yo, estamos buscado una relación. Solo tenemos química sexual -Dijo restándole importancia.
-Solo espero que no mezcles sentimientos con sexo y luego salgas lastimada; porque un helado y una bolsa llena de "Te lo dije" te van a estar esperando -Ambas reímos y dimos por culminado el tema. Kourt era una chica lista y liberal, y por supuesto, muy difícil de atrapar. Ella nunca fue de tener relaciones, solo se limitaba a "pasar el rato", cosa que no juzgaba, pero tampoco era muy fan de ello, ya que había muchas consecuencias. Enfermedades, asesinos, psicópatas, y la lista sigue.
-Entonces...-Hablo ella- ¿Qué piensas hacer con lo que te dijeron sobre Hunter? ¿Piensas contratar a un investigador, o algo por el estilo?- pregunto exagerando las cosas.
-No seas ridícula, solo pienso hacer lo que me dijo esa chica: No confiar en él. Así de simple -Le di un sorbo a mi bebida y decidí desviar el tema- creo que deberíamos de irnos, tengo mucho trabajo por terminar.

-¡Leah, querida! -dijo Margaret Kyland, mientras entraba a mi oficina sin aviso alguno. Margaret y mi madre parecían haber sido cortadas por la misma tijera. Ambas, mujeres muy alegres, exageradas, y efusivas. Margaret seria una de las cosas que más extrañaría de haber estado con Jhael. La mujer para estar cerca de los sesenta no perdía su estilo un mucho menos su soltura.
-¡Margaret! -Dije para luego acercarme y corresponderle su caluroso abrazo -¿Cómo has estado? ¿Cómo va el restaurant? -cabe destacar que la mujer había sido bendecida con una habilidad para cocinar que solo los dioses serian capaces de otorgarle.
-Excelente hija, todo va viento en popa. Venia para hacerte una invitación -En su mano derecha sostenía una cartera que parecía valer lo mismo que mi sueldo -o mas- y de allí tomo un pequeño sobre dorado- Es una invitación para la inauguración, a final de mes. Espero que asistas y vayas toda guapa -Sin decir nada más, Margaret dejo la habitación, lanzando un beso al aire cuando llego a la puerta despidiéndose.

Al abrir el sobre pude leer la invitación con más detalles. La inauguración era el último sábado del mes y era válida para dos personas, lo que me confirmaba que Jhael ya había hecho pública nuestra ruptura. Lo cual en parte me aliviaba pues no tendría que fingir que seguía en una relación con él, y por otra parte me preocupaba pues tendría que ir con vestido largo y no contaba con uno, agregando que ir de compras era una tortura para mí. Era la persona más indecisa cuando de comprar ropa se trataba.
-¡Dulces gratis! -Anuncio Kourt al entrar a mi oficina con una cesta de golosinas entre sus brazos. Ella al ver mi cara de confundida continuo -Se los trajeron a Hunter pero al parecer se disgusto y los iba a tirar a la basura, pero le pregunte porque iba a hacerlo y me pregunto si los quería. Tal vez le di lastima o que se yo, pero los acepte -Kourtney coloco la cesta sobre mi escritorio se encogió de hombros -No es para tanto, son solo dulces.
-Si Kourt, de la persona que nos advirtieron que no debíamos confiar en el ¡Y aceptas sus dulces! ¿Y si tienen drogas, o sangre o algo toxico e indebido? -Sabía que estaba exagerando, pero no podía fiarme de nada que proviniera de él.
-Alexandra -Dijo Kourtney utilizando mi segundo nombre- Estas flipando ¿okey? Los dulces están sellados, y además, de algo hay que morir ¿no? -ella tomo uno de los chocolates y lo destapo, probando solo un poco de el - ¿Ves? No tienen nada malo.
-¿Por qué tendrían algo malo? -Irrumpió una voz masculina en mi oficina. ¿Acaso tocar la puerta es ilegal? Solté un leve bufido al identificar que el dueño de la voz, era Hunter.
-No lo sé ¿Deberían? -pregunte a la defensiva esperando una respuesta llena de sarcasmo, pero solo obtuve el movimiento de sus hombros dándome a entender que no le interesaba.
-En fin -tomo aire y la soltó bruscamente- necesito a la señorita Kourtney el resto de la tarde
-¿Qué? Eso es imposible. Tú tienes tu asistente, la rubiecita que anda por allí -Dije algo alterada, el no podía simplemente tomar a mi asistente solo porque si, el puso los ojos en blanco y respondió.
-Pues, ahora si es posible. El señor Kyland dijo que si necesitaba ayuda para el trabajo que estoy realizando, se la pidiera a mi asistente y puesto que hoy no asistió el dijo que recurriera a la tuya -Hunter Blake estaba justo frente a mí, con una pequeña sonrisa en su rostro que solo despertaba la rabia en mi. No podía decirle que no ya que Kourtney no tenía mucho que hacer hoy, el trabajo pesado me tocaba a mí. Me dolía en el orgullo tener que acceder, pero tenía que hacerlo.
-Solo por hoy.
-Solo por hoy, muñeca -Guiño el ojo y dejo la habitación. Solté un gruñido inmediatamente.
-No lo soporto -Dije, más para mí que para Kourtney. Ella rio ante mi declaración y luego se fue, dejándome sola en mi oficina, llena de dulces, trabajo por hacer y muchísimo mal humor.

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⏰ Última actualización: Aug 28, 2016 ⏰

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