III

209 4 0
                                    

          La vida de esta chica cambiaria significativamente debido a que se reencontraría con una persona que haría que su mundo se pusiera de cabeza... esta persona se llama Dalton, un muchacho muy especial de carácter dulce pero intenso, era único y contradictorio, tenía físicamente todo lo que Selene rechazaba en los hombres, pero su mirada, sus ansias de amarla, su manera de ser era tan cautivadora que el resto solo se esfumaba... un amor del pasado regreso para dar a la vida de Selene un giro de 360°.

           Selene caminaba a paso rápido hacia su trabajo de medio tiempo en una tienda de electrodomésticos a 3 cuadras de su casa, entretenida con sus pensamiento no daba campo a el mundo que le rodeaba a su paso, "no ha sido una mañana fácil, es decir, porque las cosas tienen que ser tan complicadas, yo me levanto con ganas de reír de hacer las cosas bien y viene ella y lo arruina todo... agggg ¿hasta cuándo? Es que...."

- ¿Dalton? ¿Ese es Dalton? Pero... ¿qué hace aquí? ¡Ay dios mío! qué vergüenza verlo aquí después de tanto tiempo... ¡No! ¡No puedo dejar que me vea así destruida! ¿Qué va a pensar de mí? Me meteré en esta tienda mientras él se va... ¿Pero por qué me preocupo porque me vea bien o mal? Se supone que no somos nada, quizás solo un par de extraños con recuerdos en común

          Pero como siempre me salió el tiro por la culata, justo yo iba a entrar cuando mi jefe venia saliendo de la misma tienda de artículos para mascotas

- ¡Selene! –dijo gritándome, con su voz gruesa y fuerte- Que sorpresa encontrarte aquí...

- (me timbré al instante) ¿Si? (reí nerviosa) ¿por qué lo dice? ¿Qué es lo raro?

- Bueno, en primer lugar te encuentro en un lugar diferente a tu ambiente de trabajo cuando deberías haber entrado al mismo hace 15 minutos y segundo y aún más sorpresivo es que te encuentro en una tienda de mascotas cuando tú misma me has dicho muchas veces que no tienes tiempo para mascotas.

- Ammmm – no respondí nada, los nervios me traicionaron, me daba mucha vergüenza decirle a mi jefe que me estaba escondiendo de un muchacho y sin razón alguna, así que mi silencio respondió por mí.

- (el hombre ríe de manera ventajosa) está bien Selene, - dice con tranquilidad - eres de mis mejores empleadas, incluso eres parte de mi personal de confianza, no haré más preguntas si eso te molesta, pero ahora es momento de ir a trabajar, hablare con tu supervisor y espero que no se te haga costumbre llegar tarde al trabajo.

          Y muy decidido salió de la tienda y me hizo un gesto con la cabeza para indicarme que avanzara a su lado, empezó a hablar y hablar, no paraba, ni si quiera se dio cuenta que yo me quede atrás de él, no dejaba de pensar en que Dalton, en que me vería "¿por qué me preocupa tanto?" y aunque no tenía respuesta para esa pregunta, me dispuse a olvidarme de mis estúpidos pensamientos y no interesarme por todo eso, pase justo por delante de él con muchísimas ganas de voltearme a verlo, no puedo describir la sensación, es como si simplemente algo me dijera que debía voltear, como si su presencia me llamara, intente ser fuerte pero flaqueé y volteé y sus ojos estaban clavados en mí, Dalton me veía con incredulidad como si estuviera viendo algún fantasma del pasado, se me escapó una sonrisa -¡diablos!- No pude evitarlo, rápidamente gire mi rostro de manera que no se notará mi cara ruborizada, me di cuenta que él no era el mismo, se veía cambiado.

          Me siguió, creo que para asegurarse de que sí era la Selene que él había conocido hace un tiempo, esperó a que no hubieran muchas personas en la tienda de electrodomésticos para entrar, no hizo preguntas, no dijo nada que me alterase o que me incomodara, inició la conversación con un chiste, y yo no podía evitar mostrar mi vergüenza al ponerse coloradas mis mejillas y orejas, era el efecto de su voz, "¿pero por qué? No me había pasado antes" así que reí a carcajadas intentando disfrazar mi sonrojar por mi buen humor, me decía cosas tontas y graciosas a la vez, ese día empezamos a hablar, todo fluyó con rapidez, como si viviéramos juntos, como si nos conociéramos de toda la vida, como si estuviéramos de alguna manera conectados, sí, definitivamente no era el mismo, era mucho más imponente, más tenaz y decidido que antes, y debo confesar que eso me encantaba.

          Dalton y yo empezamos a salir cuando terminaba mi turno de trabajo y cada vez nos acercábamos más, a pesar de mis esfuerzos por hacerme la dura terminaba flaqueando, él tenía ese efecto sobre mí, el efecto de cambiar mis amarguras por sonrisas, de cambiar mi rudeza por ternura, creo que yo tenía miedo en ese momento de que todo fuera demasiado maravilloso y durara muy poco, yo sabía que vendrían mis benditos conflictos acabar con esto tan maravilloso que Dalton me estaba haciendo vivir, no me daba miedo que acabaran con mi felicidad en ese momento para mí lo más importante era que le hicieran daño a él.

          Dalton y yo empezamos a salir cuando terminaba mi turno de trabajo y cada vez nos acercábamos más, a pesar de mis esfuerzos por hacerme la dura terminaba flaqueando, él tenía ese efecto sobre mí, el efecto de cambiar mis amarguras por so...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ella & ElDonde viven las historias. Descúbrelo ahora