Ella & El

XVII

          Dalton no podía olvidar a Selene, estaba tan confundido, -¿será que nunca me amo? Necesito que me lo explique, no la entiendo, ¿por qué todo termino así? Aun teníamos mucho que vivir, estoy seguro que habríamos logrado mucho más de lo que logramos, que aun ahora parece nada- mi mente recordaba cada detalle en ella, cada característica de su cara, cada sonrisa, cada llanto. –últimamente estaba muy deprimida, ¿habrá sido eso? ¿Será acaso que no me di cuenta de todo lo que le pasaba en su vida?, estaba muy decaída, algo muy malo debió estarle pasando, ¿Cómo no me di cuenta? Fui un idiota, ¿pero por qué no me lo dijo? ¿Por qué se guardó todo para ella?- Pensé que todo estaba bien entre nosotros, que quizás sería otra boba pelea, que pasaría rápidamente, siempre nos arreglamos sin importar lo que pasará, éramos ella y yo contra el mundo.

           Recuerdo bien las primeras veces que la vi, físicamente no era la más atractiva, no tenía un cuerpo descomunal como otras, era delgada y aun así lo primero que te pasaría por la mente sería "¡Demonios que cuerpo!", Selene tenía curvas leves pero letales, cualquier confiado podría fácilmente perder el control y morir en ellas, su piel blanca, a veces se veía un tono un poco amarillento, no resaltaba demasiado, solo quien se fija bien en ella siente esa necesidad de conocerla, hay algo ella, algo que hace que solo un leve cruce de miradas baste para atraer a la mayoría, me daba celos a veces, luego lo entendí ni si quiera era apropósito, era algo innato en ella, recuerdo que desde hace un tiempo ve al suelo, piensa que si no dirige su mirada al resto no incitara atenciones indeseadas, se ve insegura cuando lo hace, creo que se siente así. Pero eso es parte de ella, su manera de ser nunca le molesto, por el contrario parecía estar orgullosa de su manera de ser, ahora que lo pienso no es así, esa mascara de chica dura que carga puesta, es solo una pantalla, no es más que eso una careta, lejos de ser dura, es muy tierna, muy sensible, odia las injusticias y llora por pequeñeces muy a menudo, apuesto a que no muchos saben eso, quizás ni si quiera lo saben sus padres, yo lo sé, la descubrí hace un tiempo, cuando estaba conmigo bajaba la guardia sin darse cuenta, no me gusto que ella se incomodará así que nunca se lo dije, se sentiría vulnerable si sabía que yo había descubierto sus secretos, quizás debí hacerlo, debí decirle que sabía muchas cosas de ella, que conmigo podía ser ella misma, que conmigo no necesitaba caretas ni máscaras, yo no la habría juzgado, sin embargo, ella tuvo el valor de herirme a mí. Creo que no fue necesario que yo le dijese nada, a lo mejor ella lo dedujo por sí misma y por eso me dejo, quizás se enamoró de otro, ¡No puede ser! Si esta con otro, podría matarlo, ella es mi amor, no puedo dejarla ir.

            Tengo que Salir de aquí, tengo que hablar con alguien, ¿será que Thommy está en su casa? la mayoría de la veces esta con su novia en alguna reunión de la iglesia, pobre Thommy, vino a enamorarse de esa chica dedicada a su religión aún más que a él y a ella misma, en fin, le enviare un texto, si no hablo con alguien voy a explotar.

D= "pana estas por ahí? necesito consejos, podemos salir y hablar?"

           Thommy, mi panita del alma Thommy, es un poco terco y engreído, pero también es muy inteligente y sabe dar bueno consejos, recuerdo cuando apenas comenzábamos la secundaria, era él quien nos aconsejaba a casi toda la sección, le decíamos "el sabio Thommy", lástima que cayó en las garras de Yannis, de verdad pienso que está loca la religión le comió el cerebro y ella le comió el cerebro a él... -suena el teléfono-

T= "Que pasó bro?"

D= "estas ocupado?"

T= "no, nos vemos en el parque del centro en 20"

D= "LISTO"

            Como de costumbre Thommy llego 20 minutos luego de lo acordado, pero Dalton no estaba impacientado ni molesto, su cara de tristeza y su preocupación dejaron claro a Thommy apenas llegó que las cosas estaban peor de lo que él creía, no perdió el tiempo en disculpas inútiles y fue directo al grano.