Algo

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Me paré de la cama donde estaba acostado, al poner un pie en el suelo mi cama desapareció, todo flotaba a mi alrededor. Había velas, sábanas, ropa, comida flotando.

Y de repente me encontraba desnudo y flotando en un fondo negro, la comida que flotaba venía directamente hacia mi boca, estaba en el paraíso. Toda la comida era deliciosa pero, en el fondo había un brócoli rechazado, con cara y a su lado había una zanahoria con cara y enojada.

Me acercaré hacia ellos dos, tal vez estén celosos. En cuanto me acerqué, la zanahoria enojada me habló.

- Ya es hora de irte. -

- ¿Qué? -

- Adiós, Dereck. - Dijo ahora el brócoli.

De pronto, se abrió un portal mágico que absorbía cosas, y con ellas a .

- ¡DERECK! ¡DESPIERTA YA, MALDITO HOLGAZÁN! - Me gritó mi querido compañero, sosteniendo una aspiradora en la mano.

- Estaba soñando tan hermoso, había comida, cosas hermosas y comida. -

- Dijiste "comida" dos veces. - Dijo serio.

- ¡Quiero regresar! ¡Quiero regresar! ¡Quiero regresar! - Grité tapándome la cabeza con la almohada y acostándome de nuevo.

- Sí, sí. Ahora sal, que debo limpiar porque ALGUIEN no lo hace. - Dijo encendiendo esa máquina espantosa llamada aspiradora. Creo que con "alguien" se refiere a mí.

...

Me han echado de mi propio cuarto, ¿dónde está mi dignidad? ¡¿Dónde?!
Seguramente la absorbió la aspiradora, tal y como lo hizo con mi llavero de Yoshi.

Odio a la aspiradora.

Caminar no es la solución, tengo hambre, estoy solo y no tengo dinero. En mi sueño todo era hermoso, ahora estoy en la realidad hambriento y solo. Puta soledad, puta hambre, puta calle, puto todo.

Veré qué es lo que hay en mis bolsillos, tal vez encuentre dinero para comprar algo de comida suculenta. Sí, ojalá pasara eso, ojalá.

La palabra "ojalá" me suena a hojalata.

Bien, en mis bolsillos hay pelusa, una tuerca, un crayón roto, y dinero suficiente como para comprar un sándwich o un café. Tengo que decidir si compró un sándwich o un café, esto es difícil.

...

Al final decidí comprar unas galletas y robar tres lechitas de las que dan para el café, con eso estaré bien hasta la hora de la comida, ahora necesito un lugar donde comer. Aunque no es muy necesario porque sólo me quedan cuatro galletas y, eran ocho.

No hay problema, las que queden, junto a mis lechitas las comeré aquí, en esta banca fea, mugrosa y polvorienta, bueno, no está fea.

Saqué mi última galletita. Wow, mientras pensaba todo eso me comí tres galletas y lo peor de todo es que no me las comí con mis lechitas. No me robé las lechitas, son gratis, aunque sólo las dan cuando compras café pero el chiste es que las regalan.

Abrí una de mis tres lechitas y me la metí a la boca.

Mierda, mi lechita no sabe a leche, esto no es leche, esto es una blasfemia, ¿qué es esto?

Mierda, esto es crema...voy a llorar.

Esta Historia NO Es Normal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora